El alto grado de desarrollo que ha alcanzado el ser humano, su enorme complejidad a nivel de funcionamiento y su gran especificidad, hacen que en nuestras relaciones no existan fórmulas universales que nos garanticen acertar para obtener una vida más satisfactoria.
Lo que funciona para ti puede que no lo haga para mí, aunque sí puede haber factores comunes que ayuden a mejorar a la mayoría.
Uno de esos factores determinantes para que una persona alcance un mayor nivel de felicidad es que domine los secretos de las relaciones humanas, es decir, que sepa cómo comunicarse y cómo relacionarse en cualquier momento y situación, sea con quién sea y por muy difíciles que las circunstancias se presenten.
En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida. Karl Wilhelm.
Normalmente las personas que dominan la comunicación tienen algunas cualidades en común:
- Facilidad para relacionarse, para transmitir su cercanía a través de la amabilidad y el respeto.
- Actitud comprensiva y empática, con gran capacidad de identificación y apoyo.
- Seguridad para superar dificultades y para enfocar la vida de forma positiva.
- Dominio de las situaciones difíciles por medio del autocontrol.
- Generosidad, especialmente en los momentos delicados.
- Alegría y sentido del humor que fomentan su diversión y disfrute.
Hace poco dediqué un artículo a la película En busca de la felicidad donde su protagonista (Will Smith) atesora muchas de estas cualidades, todas ellas de suma importancia en el ámbito de las relaciones humanas.
Puede que pienses que estos dones se tienen o no se tienen, que se nace con ellos pero, si bien es cierto que hay personas que son así desde pequeñas, también lo es que todos tenemos el potencial y podemos desarrollar esas cualidades para alcanzar una vida más plena y satisfactoria.
Las Bases para Comunicar
Lo primero y fundamental es, y no me cansaré de repetirlo, conocernos bien a nosotros mismos. Saber cómo funcionamos, a qué respondemos, y cuáles son los orígenes de nuestros comportamientos.
Te lo detallo más en profundidad en mi artículo reinventarse, el precio de la libertad.
Conocerte te va a servir para:
- Descubrir tu funcionamiento y decidir que es lo que te gustaría cambiar.
- Ser más auto suficiente ejerciendo un mayor dominio de tus comportamientos.
- Profundizar en tu vida y aumentar el control sobre tus emociones, sobre tus reacciones e incluso sobre tus sentimientos.
- Llegar a ser la persona que quieres ser de una manera consciente.
- Vivir tu singularidad, disfrutar de tu autodependencia y alcanzar un mayor grado de libertad.
También es muy importante adquirir las creencias positivas que te ayudarán a conseguirlo.
Creencias como éstas:
- Soy el dueño de mi propia vida.
- Si otro puede hacerlo, yo puedo hacerlo.
- Siempre es buen momento y nunca es tarde para cambiar.
- Soy yo quién construye mi futuro.
- Con esfuerzo y constancia consigo mis propósitos.
Debemos tener en cuenta que la diferencia fundamental entre una persona que alcanza una vida satisfactoria y otra que permanece infeliz, no reside tanto en su potencial intelectual, sino en la capacidad para controlar sus propias emociones, y las de las personas que la rodean.
Dirigir nuestras vidas significa ser conscientes de los temas y problemas que podemos controlar directamente, y de aquellos sobre los que podemos influir indirectamente.
Es convencernos de que somos los dueños de nuestras emociones, de que podemos vencer los temores y aprender a vivir positivamente.
En resumen, que podemos dejar de ser personas atrapadas para convertirnos en personas que manejan su presente.
Una vez que sabemos lo que tenemos que hacer, y creemos y confiamos en que podemos hacerlo, ya hemos sentado las bases para iniciar cualquier proceso de aprendizaje y mejora.
Comunicar es más que Hablar
Comunicar no solo lo hacemos con palabras sino que comunicamos con todo nuestro cuerpo.
Incluso cuando escuchamos o creemos no hacer nada estamos comunicando, y además enviamos y recibimos información tanto a nivel consciente como subconsciente.
Se estima que el contenido de las palabras solo representa el 7% de nuestros mensajes.
Además de las palabras, el 38% de la comunicación se imputa a la expresión vocal (tono, timbre y entonación de la voz), y el 55% restante a la expresión no verbal (lenguaje corporal).
Queda entonces bastante claro que las palabras no son el único medio de comunicación y tampoco el más relevante.
Por muy bien que se nos dé hablar, a veces las palabras no son el mejor medio de comunicación.
Algunas reflexiones sobre el proceso comunicativo:
- La verdadera comunicación empieza con la escucha y la observación. Una actitud atenta, cercana y paciente, comunica más que la mayoría de nuestros discursos, generando un clima de comprensión y confianza.
- Podemos conseguir que no nos afecten las críticas destructivas por medio de la autoestima y la confianza en nosotros mismos. La confianza produce seguridad, la seguridad estabilidad, la estabilidad serenidad, y la serenidad genera de nuevo la confianza.
- Lo importante no es lo que nos digan los demás, sino lo que nos decimos a nosotros mismos. Si controlamos nuestro diálogo interno (lo que pensamos), conseguiremos que nuestro bienestar dependa de nosotros, y no de lo que opinen los demás.
- Para que alguien te comprenda es importante que primero se sienta comprendido y no que se sienta agredido. Si somos comprensivos, cercanos y amables las dificultades que se presenten serán mínimas y el trato será cordial y relajado. Lo normal es que si transmitimos afecto recibamos cariño.
De todo esto concluimos que algunos de los puntos clave que favorecen una comunicación eficaz son:
- La capacidad de escucha y observación.
- La seguridad y la paciencia.
- El control emocional.
- La capacidad de transmitir tranquilidad.
Cómo Tratar a las Personas
Para terminar voy a compartir contigo algunas de las recomendaciones del excelente libro ‘Cómo ganar amigos e influir sobre las personas’ de Dale Carnegie.
Carnegie escribió este libro en 1936 con el propósito de ser un suplemento a su curso sobre oratoria y relaciones humanas, y nunca pudo imaginar que se convertiría en uno de los libros de autoayuda más vendidos de la historia (15 millones de copias hasta 2008).
He escogido las más relacionadas con el tema que nos ocupa en este artículo. Son las siguientes:
01. No critiques, no condenes ni te quejes.
Las críticas son como palomas mensajeras, siempre vuelven al nido. No juzgues si no quieres ser juzgado.
02. Demuestra aprecio honrado y sincero.
El deseo de sentirse importante es una de las principales diferencias que distinguen a los hombres de los animales. Trata de pensar en las buenas cualidades de la otra persona olvidándote de la adulación. Sé generoso en el elogio sincero y la gente acogerá con cariño tus palabras y las atesorará toda su vida.
03. Despierta en los demás un deseo vehemente.
El secreto reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista. Considerar el punto de vista de la otra persona, y despertar en ella un deseo ferviente de algo, no debe confundirse con manipularla de modo que haga algo en detrimento de sus propios intereses. Ambas partes deben de salir ganando.
04. Interésate sinceramente por los demás. Si quieres agradar a los demás y tener amigos de verdad, has de ayudarles y con ello te ayudarás a ti mismo. Has hacer cosas por ellos; cosas que requieran tiempo, energía y altruismo.
05. Sé un buen oyente. Anima a los demás a que hablen de sí mismos.
Si quieres que la gente te eluda y se ría de ti a tus espaldas, y hasta te desprecie, aquí tienes la receta: jamás escuches mientras hablan; habla incesantemente de ti mismo; si se te ocurre una idea cuando el otro está hablando, no lo dejes terminar, interrúmpelo a mitad de una frase. La persona que solo habla de sí misma denota que solo piensa en sí misma.
06. Haz que la otra persona se sienta importante y hazlo sinceramente.
Da a los demás lo que quieras recibir de ellos.
07. La única forma de salir ganando en una discusión es evitándola.
No se puede ganar una discusión porque si se pierde, ya está perdida, y si se gana también se sale perdiendo porque has hecho sentirse inferior al otro; has lastimado su orgullo y se tomará a mal tu triunfo.
08. Demuestra respeto por las opiniones ajenas. Jamás digas a una persona que está equivocada.
Si lo haces habrás asestado un duro golpe a su inteligencia, a su juicio, a su orgullo y a su respeto por sí mismo. Esto hará que quiera devolverte el golpe y además, imposibilitarás el que cambie de opinión.
09. Trata honradamente de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona.
Puede que el otro esté equivocado por completo pero él no lo cree así. No lo censures, cualquier tonto puede hacerlo. Trata de comprenderlo. Siempre hay una razón por la que la otra persona piensa y actúa como lo hace. Descubre esa razón oculta y tendrás la llave de sus acciones.
10. Muestra simpatía por las ideas y deseos de la otra persona.
La mayoría de las personas que conocerás en tu vida tienen sed de simpatía. Dándoles esta simpatía ganarás su afecto.
En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla.
Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen.
Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica y, además, genera entendimiento, comprensión, tolerancia y bondad.
Si quieres recoger miel, no des patadas a la colmena. Dale Carnegie.
Este artículo está inspirado en los libros:
- María Jesús Álava Reyes – Emociones que hieren
- Dale Carnegie – Cómo ganar amigos e influir sobre las personas
[La foto de portada simboliza lo importante de ofrecernos abiertamente y con honestidad para conectar con los demás (y reconoce que mi mano mola más que la de Gladiator).]
Impresionante, genial y hasta comparto. Juan y dices que no me entiendes, yo sólo intento aplicar esto, algún día lo lograré, un abrazo.
No sé muy bien a qué te refieres con «y dices que no me entiendes» Guillermo, pero estoy contigo en este proceso de aprendizaje continuo que es la vida. Te acompaño en el camino.
Gracias por comentar.
Un abrazo!
Hola Juan,anda dime si conoces algo de Vicente Simón y sus terapias de Mindfulness o de los textos de Eckhart Tolle y su concepto de la asertividad,¿los relacionarías con tu entrada?,
Hola José, no conozco a Vicente Simón y sus terapias aunque sí el concepto de Mindfulness. De Eckhart Tolle me he leído varios libros y la base es la misma que la del Mindfulness, la presencia plena, aunque quizá haya alguna diferencia en el procedimiento para alcanzarla.
Nuestra capacidad para pensar nos diferencia del resto de seres vivos y nos da unas capacidades extraordinarias pero también puede convertirse en una adicción peligrosa ya que, muchas veces, no podemos dejar de pensar y eso puede resultar muy contraproducente.
A través de la presencia plena podemos suprimir el pensamiento y dejar de identificarnos con nuestra mente (ego) para alcanzar una mayor conciencia de lo que somos. La meditación consiste precisamente en eso y es la mejor herramienta aunque hay mil formas de meditar.
En cuanto a la asertividad sí que creo que está relacionada con esta entrada ya que, en mi opinión, tiene que ver con una forma de ser y de comportarse a la hora de comunicarnos con los demás, aunque ahora mismo me pillas porque no sé cual es el concepto que maneja Eckhart Tolle.
Hola Juan, me ha encantado, siempre es bueno enriquecerse con estos temas sobre la comunicación y el lenguaje , mucho tiene que ver con los valores que recibes desde temprana edad, lo demás deseo de aprender , muy bueno muy interesante a lo mejor un poco largo pero necesario, un saludo , lo comparto en redes
Muchas gracias Beatriz.
Como acostumbro a decir, yo encantando de que te encante 😉
¡Un saludo!
Ay Juan! Esto que cuentas sería el IDEAL, y lo pongo así con mayúscula, el IDEAL de el buen trato entre personas.
En este post encuentro las bases para una nueva forma de educación en las escuelas, como una especie de escala de valores, alejados de moralidades, donde el respeto hacia el otro es la base sobre la cual trabajar las relaciones. En la actualidad, encuentro muchos comportamiento aceptados socialmente, tomados como normalidades que no son naaadaaa normales.. Como por ejemplo, el hecho de que una chica con cierta edad no tenga hijos y todos se crean con derecho a recordarle cada dos por tres cuándo los piensa tener… Algo muy típico. ¿¿¿Se preguntarán si esta chica quiere tenerlos o cuál es el motivo por el que no los tiene???
De toda maneras, yo también voy a tomar nota, porque me he visto reflejada en algunas actitudes que pueden considerarse una falta de consideración hacia el otro y hay que romper con esas formas arcaicas de relacionarse con los demás creyéndonos con el derecho de opinar de sus vidas.
Mola este post, sobre todo por el aprendizaje y el descubrimiento de nuevos aspectos del autoconocimiento.
Mil gracias.
Sé de lo que hablas Ana cuando mencionas lo de la presión social por tener hijos (y tantas otras cosas) porque yo mismo la sufro siendo hombre, así que me hago una idea de lo terriblemente machacona que debe de ser hacia una mujer.
La base es siempre la misma, creer que solo existe un único camino ‘correcto’ que seguir en la vida, sin tener en cuenta ni las circunstancias personales, ni tampoco el contexto social actual, que evoluciona constantemente.
De hecho ayer mismo leí un artículo en el que se planteaban otras opciones relacionadas con este tema y con la situación que vivimos hoy día en el planeta. Te lo dejo aquí por si te interesa. Abrazote!
https://broadly.vice.com/es/article/planeta-jodido-mujeres-no-tienen-hijos
Gracias Juan. Ayer leí el artículo y me pareció un muy buen ejemplo de conciencia individual que construye conciencia colectiva. Es la razón de uno en post de un beneficio mas amplio, el de todos. Me ha encantado cuando cuenta el ejemplo del chico que quiere tener hijos y acusa a su pareja de egoísta al no querer tenerlos. Es un clásico!!! Lo egoísta, para mí, sería traer a este mundo a una personita de la que no te vas a ocupar, a la que no vas a querer bien y sin haber intentado en tu propio círculo, algún cambio para dejar este mundo mejor de lo que lo encontraste.