Mis pies sobresalían de la minúscula litera mientras permanecía recostado y pensativo, al tiempo que observaba como un destello de luz artificial se colaba por la entrecerrada cortina de la ventana del vagón-cama en el que viajaba de regreso a casa…
Domingo 10 de Noviembre
Después de un agradable viaje de 4 horas en coche desde Granada a Madrid con mis nuevos amigos Miguel y Sergio, puse un pie en la estación de tren de Chamartín sobre las 19.30. El tren-hotel que me llevaría a casa tenía la hora de salida fijada a las 22.30 por lo que disponía de tres horas para relajarme y cargar el puñetero móvil que de nuevo estaba sin batería.
Me di una vuelta por la estación para ver la oferta comercial y de paso localizar la máquina donde imprimir el billete que había comprado por internet. Una vez hecho esto me dediqué a buscar un lugar donde sentarme, tomar un café y poder cargar el móvil, todas ellas imperiosas necesidades para mí en aquel momento.
Encontré una cafetería que reunía tales requisitos y además tenía una buena tele donde se escuchaban las noticias de las 20. Mientras degustaba un pobre sucedáneo de café, en la pantalla Rubalcaba arengaba a su público en un congreso del partido socialista, y el camarero desde detrás de la barra se comportaba como si lo estuviese viviendo en primera persona soltando perlas como: ¡eso sí es política! ¡dales caña! ¡tú sí que sabes lo que hay que hacer! o ¡eres un máquina!
La noche es joven -pensé- ¡arriba España!
Al poco rato el mencionado ‘speaker’ disfrazado de camarero cambió de canal sintonizando Teledeporte, donde se emitía un partido de tenis de la copa Masters entre el jugador serbio Djokovic y el suizo Wawrinka, al tiempo que continuó con su repertorio de frases inspiradoras. Esta vez se dedicó a sacar a la palestra sus grandes conocimientos de tan noble deporte con perlas como: ¡este Djokovic piensa muy bien las jugadas! ¡no me extraña, con el cabezón que tiene!
Sonreí con cierto grado de ironía y me comí un par de bocatas de pan recalentado mientras aguardaba el momento de partir.
El Viaje
Sobre las 22,15 me dirigí hacia el andén en el que esperaba el tren para buscar mi sitio en el vagón 212 solo para descubrir, estupefacto, que lo que había comprado no era un billete de cama: ¡era un billete de asiento!
Esto me condenaba a realizar sentado un trayecto que duraría nada menos que 9 horas lo cual, en el lamentable estado en que me encontraba, era poco menos que una sentencia de llegar a casa en algo parecido a un coma vegetativo.
Mi zona de confort había saltado de nuevo por los aires pero ésta vez los pedazos que recogería serían los míos. La noche es joven -pensé de nuevo- y además va a ser jodidamente larga.
Aún en estado de shock pedí a mi compañero de asiento que me enseñase su billete para contrastar su numeración con la del mío, con la esperanza de que mis maltratadas neuronas me hubiesen jugado una mala pasada. No hubo suerte, estaba en la plaza correcta.
Trastornado y sin poder pensar con claridad me revolví inquieto en el asiento tratando de asimilarlo y de encontrar alguna alternativa. Me eché las manos a la cabeza creando surcos con los dedos en mi pelo en un intento de aclarar mis ideas, respiré profundamente y al fin caí en la cuenta: ¡el revisor!
Tenía que localizar al revisor y rogarle, suplicarle por una miserable litera, aunque fuese en compañía de un negro sodomizador de mochileros ¡no importaba!
Con el tren ya en marcha recorrí varios vagones en búsqueda de mi salvador al cual localicé unos pasillos más allá. Le expliqué mi situación y me dijo que revisaría las plazas para ver si me encontraba acomodo (curiosa palabra ésta).
Regresé a mi asiento a esperar noticias y a escuchar como mi acompañante me contaba que era entrenador de baloncesto y regresaba a Palencia después de un partido. La semana siguiente su equipo se enfrentaba al Breogán (el equipo de baloncesto de Lugo) y me explicaba que su mayor preocupación era neutralizar al pívot, un tal Diouf…
¡Pero yo que sé tío! -pensé ante su discurso-
¿No ves que mi salud mental y mi culo mochilero dependen de que haya una litera libre?
Por suerte para mí apareció el revisor con buenas noticias: ¡habemus cama! Eso sí, a cambio de pagar 30 euros más por el viaje.
Estaba tan aliviado que ni me lo pensé, saqué un billete de 50 y le pagué con una cara de felicidad tan grande que el tipo debió de pensar que tenía una fábrica de dinero oculta en el sótano de mi casa.
Acompañé al revisor que me condujo hasta mi nueva plaza, un reducido habitáculo con dos literas y un pequeño lavabo donde una nueva y agradable sorpresa me esperaba: ¡estaba completamente vacío!
La verdad es que no me sorprendió demasiado porque con esos precios (unos 80 euros en total) solo un subhumano destruido como yo se había atrevido a pagarlo, y lo mejor de todo es que no me arrepiento 🙂
A pesar del cansancio que arrastraba después de casi dos semanas de dormir poco y vivir mucho, no era capaz de conciliar el sueño y me sentía confundido y desorientado. Las pocas energías que me quedaban no me permitían pensar con claridad y eso hacía que mi frustración por tan escasa lucidez fuese en aumento.
Fueron casi nueve horas de duerme-vela que minaron todavía más mis ya de por sí escasas energías y me acercaron a un estado próximo al de un zombie. Todavía no he llegado a alimentarme de humanos aunque con los kebabs y hamburguesas que suelo comer en mis viajes ¿quién sabe?
Lunes 11 de Noviembre
El tren llegó a la estación de Lugo a las 7.15 de la mañana siendo todavía de noche y, nada más poner un pie en la calle, me sentí como un extraño en mi propia ciudad.
A pesar del cansancio, decidí recorrer a pie cargando con mi mochila los 4 kilómetros que todavía me separaban de casa. Me pareció una buena oportunidad de prolongar un poco más mi aventura, seguir acumulando nuevas experiencias y hacer alguna que otra foto curiosa:
Durante el trayecto mi mente bullía en un torbellino de incongruencias incesante, y cada poco tiempo me detenía a respirar profundamente en un intento por detener mis pensamientos y sentir el momento presente.
Nada… ¡ni el jodido mindfulness me funcionaba!
Intentando distraerme me detuve a tomar un café y comencé a hojear la prensa del día, pero al poco rato me encontré pasando las páginas del periódico sin alcanzar a comprender algo lo que allí estaba escrito. Salí de nuevo a la calle y vi como poco a poco la luz del sol aclaraba el día mientras éste permanecía oculto tras un espeso manto de nubes.
Era la amable forma del cielo de decirme: ya estás en casa.
El Bloqueo del Escritor
Durante los dos días siguientes hice poco más que comer y dormir. Me encontraba cansado, con pocas fuerzas y una más que manifiesta apatía comenzó a adueñarse de mí.
En este lamentable estado traté de escribir en multitud de ocasiones para encontrarme con que era incapaz de hilar algo coherente. Una situación que se fue alargando durante varios días a pesar de todos mis intentos por superarla, y de haber puesto en práctica algunas recomendaciones que encontré para tratar de vencer el estado de bloqueo en que me encontraba.
Probé cosas como:
- Dejarlo para otro momento (tan sencillo como ineficaz; 4 días haciéndolo dan fe de ello)
- Descansar (creo que descansar tanto era una parte del problema)
- Leer (me quedaba dormido)
- Relajarme (me quedaba dormido)
- Ver una peli (me quedaba dormido)
- Cambiar el lugar donde escribo (me quedaba dormido)
- Hacer deporte (me suponía un esfuerzo sobrehumano digno de un entrenamiento de Rocky)
- Escribir lo que salga (esto lo conseguí pero lo que salió no parecía escrito por un ser humano)
Como estás pudiendo comprobar, lo único que me ha funcionado de verdad para vencer el bloqueo del escritor es:
- Seguir intentándolo cada día (hasta descubrir que por fin mi lenguaje no era el de un troll)
- Ser paciente y esperar todo lo que sea necesario (en mi caso he tardado 5 días)
- Escribir sobre vivencias personales recientes (el fin de mi aventura mochilera era lo que tenía más fresco)
- Escribir sobre las sensaciones propias del momento (en mi caso el mencionado bloqueo del escritor)
- Poner música de fondo para estimular la creatividad (a mí me está funcionando ésta)
Y aquí me tienes siguiendo el plan a las 18.40 horas del viernes 15 de noviembre aunque, eso sí, me está costando bastante conseguir que se entienda.
Todavía sigo sin poder pensar con demasiada lucidez, y lo más curioso es que todavía no tengo muy claros los motivos.
Misterios de la mente bloguera 🙂
Conclusiones
Durante estos días me he percatado de que le dedico demasiado tiempo a internet en general y al blog en particular, lo cual no me está beneficiando. Es por ello que voy a tratar de tomármelo con más calma y de no presionarme tanto con el compromiso de publicar dos veces por semana para ver que tal me sienta.
Trataré de dedicar más tiempo a otras actividades lúdicas y relajantes que tenía bastante abandonadas, como por ejemplo ver cine o leer. Quizá esto me ayude a que el bloqueo no sea recurrente y convierta el escribir en una actividad que me llena y me apetece, en vez de ser algo que me genera estrés y ansiedad.
Tanto el cine como la lectura son dos buenas fuentes de riqueza e inspiración que pueden dar lugar a temas sobre los que escribir, por lo que creo que fomentarlas me resultará positivo en este sentido. También son dos cosas que me gustan y que suelo disfrutar, por lo que intentaré buscar un equilibrio que me permita armonizar todo el conjunto.
Una Cosa Más
Durante mi reciente viaje viví muchas experiencias inolvidables y aprendí muchas lecciones que me ayudaron y me siguen ayudando a conocerme mejor, pero quizá la que resultó ser más enriquecedora fue cuando, a los tres días de comenzar la aventura, me robaron la mochila con todas mis pertenencias.
De repente me descubrí lejos de casa sólo con lo puesto, y eso abrió mi mundo a un mar de sensaciones hasta ahora desconocidas. En aquel momento me costó asimilarlo porque me sentía confuso y desorientado, pero con la perspectiva que proporciona el paso del tiempo puedo asegurarte que, a pesar del mal trago que supuso, fue algo que me enseñó cosas importantes que quizá necesitaba aprender.
Estoy seguro de que has oído eso de que lo importante no es lo que nos pasa sino como lo interpretamos, para que decir más.
Me despido con un reconocimiento a una amiga que tocó mi maltratado corazoncito y consiguió emocionarme con un regalo que guardo como un tesoro.
Va por ti Caro, ¡eres grande!
JAJAJAJAJAJA
Parece que lo ha hecho una niña de 5 años!!(Te dije que no los enseñaras!!¬.¬UUU)Pero gracias por la mención, espero que te den mucha suerte con tu mojo!XD
Podías hacer un apartado donde pongas las pelis que has visto y lo que lees, que yo también quiero dedicar tiempo al 7 arte y estoy poco inspirada!^,^
Ya vas retomando tu rutina, no?A mi también me ha costado y eso que solo fueron 3 días!
Chu!!
¡Pero si lo mejor de los calzoncillos es el bordado!, es lo que los hace únicos y especiales y por eso tienen tanto valor, porque te representan.
Gracias a ti por todo lo que me has dado.
Tomaré en cuenta tu sugerencia, quizá ponga una página con ese tipo de recomendaciones. ¡Buena idea!
Retomar la rutina me ha costado pero poco a poco estoy consiguiendo reintegrarme y en parte, gracias a todos vosotros 🙂
Besote!
Tu si que eres grande! Por cierto, vi la película de un método peligroso que me recomendaste. Curiosa película. Es curioso como cuando estás en un determinado estado emocional casi toda la información que te llega te sirve para ir resolviendo ese estado emocional. Por cierto, estoy releyendo “Más Platón y menos Prozac” y te lo recomiendo.
Me abstengo de hacer comentarios sobre la última foto! jajaja
Cierto Miguel, nuestro estado emocional hace que enfoquemos la atención hacia un tipo de información determinada lo cual hace que sesguemos nuestras percepciones en esa dirección.
Me apunto tu recomendación y la pongo en mi lista de espera (tengo un montón de material acumulado), viniendo de ti estoy seguro de que me gustará 🙂
Esos “impetus” no tienen precio jajaja, lo mismo los enmarco y los cuelgo en una pared de casa ¡sería un puntazo!
Grande el Impetus, y más grande Caro, ¡ es puro amor que va compartiéndolo con todos los de su alrededor! ¡Gracias Caro por existir!
Veo que ha sido un viaje física y mentalmente devastador. Para mí más bien lo segundo que lo primero, la conversación que tuvimos de camino desde casa Caro hasta el centro de Granada fue una de las muchas conversaciones interesantes y que te tienen dándole vueltas al tarro. No hay nada como rodearse de gente activa mental y fisicamente para notar los cambios 😉
El famoso bloqueo del escritor…ponerse limites muy exigentes a mi no me funciona, sobre todo por el hecho de que mantener un blog durante años requiere dosificar esfuerzos y material que publicar. Aunque tampoco hay que pasarse, que yo ultiamente tardo la vida en publicar nuevo material.
Tú tampoco te quedas corto Alita, de hecho ¡te sales! 🙂
El viaje ha sido extenuante en todos los sentidos y me ha dejado un poco tocado sobretodo mentalmente. Quizá el bloqueo del que hablo haya venido por ahí.
Sobre nuestra conversación pues decirte que te expuse mi opinión sincera desde mi particular punto de vista sobre todo lo que he estado experimentando y aprendiendo recientemente. Cada uno de nosotros tenemos unas cualidades determinadas y estamos rodeados de unas circunstancias específicas, por eso resulta tan difícil encontrar fórmulas universales. La complejidad es muy grande y las decisiones arriesgadas por eso rodearse de la gente adecuada me parece una gran ayuda 😉
La exigencia a veces me funciona y a veces todo lo contrario por lo que lo que trataré de buscar es la flexibilidad que me conduzca a un mayor equilibrio. Mi mente lo agradecerá.
Gracias por pasarte, es un placer contar contigo.
¡Já! Los Impetus. Había oído mucho hablar de ellos y por fin los veo 😛
Hoy ha sido mi día de vuelta a la realidad y al igual que tu estoy un poco ido. Me está costando dios y ayuda ponerme con el curro y se me viene el tiempo encima.
Un abrazo compañero y que cojas rápido la marcha de nuevo.
Estos ímpetus son mucho mejores que los originales que me robaron porque llevan el sello manual de la gran Caro Chan 🙂
Ánimo con el curro, los bajones son bastante comunes después de los grandes subidones porque tanto mente como cuerpo van en la misma dirección: ¡hacia el pozo!
No sé quién decía algo como “a veces hay que tocar fondo para poder coger impulso”. Espero que no necesitemos llegar a tanto y podamos apoyarnos antes en las paredes.
¡Cuento con tu espalda! 🙂
Esa frase es mía! Jajajaja
Y al final me sacáis los colores entre todos! Judíos!
Os echo de menos!
Snif!
PD: Si los enmarcas soy fan! Jajajaja
Hola Juan..recolector de aventuras! Que buena entrada te salió al final. Me pasa lo mismo con la inspiración y quiero decirte que obligarme, generalmente no me conduce a nada. Lo que si me funciona es, leer, relajarme, oír buena música y retomar la energía. Eso en conclusión, después de haber intentado exprimir las neuronas sin resultado positivo alguno…si no hay nada bueno que contar, mejor callarse. Buenísimas fotos !! Y..de lo malo que nos pasa, siempre surge algo positivo..Abrazo amigo, un gusto leerte!
Coincido contigo en lo de la energía Sole. Lo que mejor me ha funcionado es darme un respiro, descansar y comprenderme en el sentido de que no siempre estoy en el estado adecuado para escribir con fundamento. Aún así me ha costado hacerlo porque me resultó bastante frustrante todo el proceso.
Quizás algo bueno que contar es simplemente hablar de lo que se siente para que otras personas se puedan sentir identificadas y obtener así algún tipo de alivio. Eso me reconforta.
Muchas gracias por lo de las fotos, ahí la inspiración también va y viene caprichosamente 🙂
Un abrazo!
Te felicito por tu entrada. Tienes mucha razón cuando dices que hay que hacer cosas distintas para poder escribir. Parece que el viaje te ha sentado bien. Es muy bueno cambiar de escenario y hablar con gente para tener perspectivas distintas. Por cierto, me encantan las fotos 🙂 Un saludo. Livia.
¡Muchas gracias Livia!
El viaje me ha resultado sumamente enriquecedor lo que ocurre es que he necesitado de un tiempo para poder asimilarlo (en realidad aún sigo en ello jeje).
Lo del cambio de perspectivas me parece fundamental e imprescindible porque considero que ayuda a crecer y a abrir la mente a nuevas opciones y posibilidades.
Me alegro mucho de que te gusten las fotos, trato de que comuniquen lo que sentía en esos momentos o, por lo menos, que conecten con el tema del que estoy hablando.
Me alegra mucho tu comentario porque me he pasado por tu blog y me encanta como escribes y tu forma de enfocar las cosas. Sin duda coincidimos en muchos puntos de vista y eso hace que me identifique contigo sobremanera. Desde ahora te per-sigo 🙂
¡Un saludo!
Hola, Juan, bienvenido a esta otra vida, la del blog, la de las cosas rápidas y los compromisos pactados. Me encantan tus escapadas y esa necesidad constante de ir tras algo. Es alentador saber de ti y tus experiencias. Sobre el bloqueo, dale tiempo para que las cosas se reacomoden y puedas verlas con claridad, igual este primer esfuerzo es un claro indicio de que pronto reencontrarás tu tono. Abrazos
Muchas gracias por tus ánimos y por los consejos María Eugenia.
Creo que ciertamente necesito un poco de tiempo para asimilar las cosas y ver con un poco más de claridad.
Espero que esta situación de la que hablo en la entrada pase pronto porque me resulta especialmente incómoda y desagradable.
Abrazos!
Hola Juan!
Como puedes ver, me he animado a comentarte aquí en tu blog antes que contestar el comentario que me hiciste, y es que el culpable ha sido este post.
Antes de darme cuenta estaba en ese vagón con tu mochila y ya no pude resistirme a ver como acababa la aventura.
Me gusta mucho como escribes, y permíteme una pregunta tonta, y digo tonta porque no te conocía de antes y no se si te dedicas ya a ello, me refiero a ser escritor, de novelas y demás..
Es que veo que se te da muy bien 😉
Otro detalle que me gusta de tu blog es que el contenido que escribes es bastante variado, eso hace despertar la curiosidad de tus seguidores por ver de que va a ir tu próximo post, está muy bien esa forma de escribir..
Por otra parte comentarte que a mi me ocurre a veces ese tipo de bloqueos y lo peor que hay para combatirlos es la presión que nosotros mismos nos metemos. Yo por lo menos soy mucho más productiva y creativa cuando estoy relajada y no pienso en generar nada de forma autoimpuesta.
Bueno, sin más me despido y te felicito por tu blog prometiéndote volver a visitarlo muy prontito.
Saludos,
Mari Carmen
¡Hola Mari Carmen!
Muchas gracias por pasarte y participar y por supuesto por tus elogios, ya sabes que son mutuos porque a mí también me gusta mucho como escribes 🙂
Tu pregunta no tiene nada de tonta sino que, muy al contrario, me la tomo como un enorme cumplido con el que has conseguido que esboce una gran sonrisa ¡Muchas gracias!
Me gusta que te guste y, respondiendo a tu pregunta, decirte que no he escrito nunca una novela ni nada parecido (o tan largo). Es cierto que suele gustarme escribir (bloqueos aparte) y que empecé desde muy joven a plasmar en papel algunas cosillas, pero solo para mí y que nunca han visto la luz. Solamente desde que he abierto este blog me he atrevido a hacerlo de cara al público, por eso comentarios como el tuyo me animan mucho y me refuerzan. Lo de la novela ¿quién sabe? ¡quizá algún día! Seguiré practicando y tratando de mejorar. El blog me está enseñando nuevos caminos y ayudándome a evolucionar, generándome posibilidades que yo lo llamo, y eso me estimula sobremanera a seguir avanzando.
El contenido es muy variado porque en realidad no soy experto en ningún área concreta, ni tampoco he descubierto ese algo que me apasione y en lo que podría especializarme y centrarme. Suelo tratar todo lo relacionado con la vida y con aprender, sea lo que sea (de ahí el dominio escogido) aunque eso en realidad no es un tema específico porque lo engloba casi todo 🙂
Quizá el blog está siendo una herramienta para ayudarme a mí mismo al tiempo que puedo ayudar a otros que se identifiquen conmigo, para conocerme y darme a conocer, para enseñar y para aprender, en resumen, para enriquecerme y crecer como persona ¿como acotar eso?. Nunca sabes hasta donde puedes llegar y más con esta herramienta increíble que es internet. Estoy convencido de que todo lo que hacemos cuenta y trato de hacer cada vez más.
En cuanto a lo del bloqueo he descubierto que me pasa eso que comentas y estoy tratando de buscar un equilibrio entre el permiso y el compromiso, es decir, está bien comprometerse con un objetivo pero también lo está comprenderse y darse permiso de vez en cuando para saltárselo y esperar el momento adecuado para disfrutar con lo que se hace lo que, dicho sea de paso, creo que redunda en una mejor calidad de lo escrito.
Muchas gracias de nuevo, me alegra mucho poder contar contigo como lectora porque creo que tienes mucho que ofrecer.
No dudes en que yo también me pasaré por tu blog a menudo. Lo que he leído hasta ahora me ha gustado mucho y te envío fuerzas y mucho ánimo para que sigas adelante.
¡Un abrazo!
Uy, con lo que dices en este comentario habrías podido tener más de la mitad de un post y es que se nota cuando las cosas salen del interior porque salen solitas..
Te entiendo perfectamente con lo referente a utilizar el blog como herramienta de autoayuda tanto para mejorar personal y profesionalmente como para ayudar a los demás, que a la vez esto te servirá de ayuda a ti mismo.
Al final, todo se resume en compartir y para eso hay que estar dispuesto y abierto, y veo que tú lo estás.
Y lo de la novela, piénsatelo 😉
Saludos
Pues sinceramente lo de la novela me lo pensaré (ya le he dado alguna que otra vuelta jeje) porque no eres la primera que me dice que lo hago bastante bien (escribir me refiero 😉 ). Lo que ocurre es que una novela para alguien que no ha pasado de post y relatos cortos son palabras mayores pero no lo descarto para nada.
Como te dije seguiré aprendiendo y sobre la marcha veremos hacia donde me decanto. Por el momento a seguir compartiendo.
Saludos!
No sé por qué no me extraña esa sensación de “descoloque” después de esta aventura… como que se me hace familiar 😉
Es un huracán silencioso por fuera pero tremendamente tempestuoso por dentro.
Te cambia.
Después de grandes subidones suelen venir grandes bajones en esa montaña rusa emocional que es la existencia humana 🙂
Y lidiar con ellos aprendiendo de paso lo que enseñan sin duda ‘te cambia’.