Ponerse en forma y mejorar la salud no es algo que esté fuera de nuestro alcance si no podemos o no queremos acudir a un gimnasio. Muy al contrario, hoy voy a contarte que ir a estos lugares puede hacer que tu salud empeore en vez de mejorar, y que trabajar en casa o al aire libre es una muy buena opción si sabes qué hacer y cómo hacerlo.
Nunca he sido un tipo que haya destacado por practicar mucho deporte. Durante mi niñez y adolescencia sí que me gustaba jugar a fútbol y a baloncesto, andar en bici y en monopatín, y subirme y tirarme (o caerme) de todos los sitios imaginables (también le daba a las canicas, pero eso no cuenta); sin embargo el tema de correr largas distancias o el gimnasio nunca me gustaron demasiado (y siguen sin gustarme).
Más o menos entre los 18 y los 21 años sí que estuve acudiendo a un gimnasio para realizar rutinas de pesas, y aunque obtuve resultados aceptables en cuanto a ganancia de músculo y definición, lo cierto es que me costaba bastante esfuerzo ser constante y no lo disfrutaba demasiado.
Después de este período vino una larga época de dejadez progresiva, sedentarismo y malos hábitos que me perjudicó bastante, y que duró hasta que decidí apuntarme de nuevo a un gimnasio hace unos años para intentar mejorar mi deteriorada salud a base de ejercicio y con un cambio en mi alimentación.
Tenía bastantes problemas de espalda, principalmente porque me movía poco y permanecía mucho tiempo sentado adoptando malas posturas. Y eso sin contar la vértebra dorsal que tengo aplastada desde hace varios años, después de haber aterrizado con el culo en una caída desde unos tres metros el día que descubrí que la gilipollez no desaparece por sí sola con el paso del tiempo.
Mis Resultados Tras Varios Años En Un Gimnasio
En la imagen que encabeza este artículo puedes ver el vestuario del gimnasio al que acudí durante varios años a machacarme entre tres y cuatro veces por semana, una media de dos horas al día, intentando fortalecer mis músculos y buscando en general una mejora de mi salud (y de mi estética por supuesto).
¿Y cuál fue el resultado?
Pues si bien es cierto que aumenté mi masa muscular y mejoré mi aspecto físico, también lo es que:
- Continuaba doliéndome la espalda con bastante frecuencia.
- Tuve varias contracturas dorsales y lumbares.
- Padecía tendinitis en ambos codos y en el hombro derecho (algo a lo que también contribuyó mi afición creciente por el tenis y el pádel).
- Sufrí sobrecargas en los trapecios que me provocaban fuertes dolores de cabeza.
- Y muchas otras lesiones menores en diversas partes del cuerpo (muñecas, cervicales, pectorales, abdominales) que me obligaban a parar hasta que desaparecía el dolor.
Puedes pensar que todas estas dolencias se debían a que no hacía los ejercicios de la manera correcta pero, a pesar de que estoy de acuerdo en que puede haber algo de cierto en eso, de lo que estoy convencido es de que, lo que tuvo mayor peso, fue que no me ejercitaba en el lugar correcto ni con las herramientas adecuadas.
Soy un tipo muy metódico, y cuando me propongo hacer algo me gusta manejar y contrastar toda la información que me es posible, y eso es lo que también hice en esta ocasión. Investigué mucho sobre el tema y probé muchas rutinas de entrenamiento y formas diferentes de hacer los ejercicios, para acabar una y otra vez con los mismos o parecidos problemas físicos.
Algo estaba fallando y no era precisamente por una cuestión de ignorancia, sino por el hecho de manejar una información equivocada en relación a mi fisiología y a mis necesidades.
Ponerse En Forma En Casa Es Posible
Como seguía sin saber qué era lo que necesitaba hacer y cómo hacerlo para mejorar mi salud y ponerme en forma, sin lesionarme y contando con mi edad y complexión física, continué dando rienda suelta a mis inquietudes buscando más y más información al respecto.
Esta búsqueda me condujo a seguir durante un tiempo publicaciones de diferentes blogs que abordaban los temas de la salud y el ejercicio desde diferentes puntos de vista. Sin embargo hubo dos que me engancharon sobremanera desde que los descubrí, porque me pareció que esgrimían argumentos especialmente coherentes, y su filosofía y enfoque me gustaron desde el principio.
Te estoy hablando de mdemovimiento y fitnessrevolucionario.
Me hice fiel seguidor de sus publicaciones, y fui aprendiendo y acumulando información mientras poco a poco iba dejando de lado mis rutinas en el gimnasio, dándome al mismo tiempo más descanso porque necesitaba mejorar de mis dolencias, y también porque intuía que esa etapa estaba llegando a su fin.
A través de esos dos magníficos blogs descubrí unos métodos de entrenamiento alternativos y diferentes a lo que se nos trata de imponer por la industria, y estaba más que dispuesto a probarlos para averiguar si era o no lo que yo estaba buscando.
Después de un primer periodo de aprendizaje leyendo, releyendo y asimilando la información, decidí pasar a la acción y compré el libro Desencadenado, tu cuerpo es tu gimnasio que Marcos (el creador de Fitness Revolucionario) vende en su web, para ponerme manos a la obra con ese nuevo método de entrenamiento que tanto prometía, y que esperaba me proporcionara los resultados que buscaba.
Y mientras escribo esto de eso hace ya más de un año.
Después de este tiempo siguiendo el programa de entrenamiento de Marcos, te puedo resumir mis conclusiones en que:
- Mis dolores de espalda prácticamente han desaparecido. Tan solo regresan ocasionalmente cuando me dejo llevar por la pereza y la desgana, y vuelvo a mis hábitos sedentarios de permanecer sentado demasiado tiempo y en posturas inadecuadas.
- La tendinitis de mis codos y de mi hombro está muchísimo mejor. Prácticamente no me duelen, y solo he tenido algún ‘latigazo’ cuando he sido imprudente y he realizado un mal gesto.
- Me siento mucho más sano y ágil que cuando iba al gimnasio. Es cierto que no tengo tanto músculo como entonces y que estoy más fino, pero es precisamente esto lo que me hace estar más ágil, aunque no por ello menos fuerte, sino más funcional (que estoy hecho un pincel vamos).
- No he vuelto a tener lesiones relacionadas con mis métodos de entrenamiento. Eso sí, me he vuelto muy sensato en este asunto y he aprendido muy mucho a ser consciente y a escuchar mi cuerpo, haciendo caso de sus señales.
Y aquí tienes la muestra:
A mi edad lo que más me preocupa es la salud, la ausencia de dolor y la funcionalidad, muy por encima de la insana estética que tratan de imponernos, y eso es precisamente lo que el método de entrenamiento de Marcos me ha proporcionado después de haberlo practicado durante más de un año (y lo que me queda).
Es cierto que también lo complemento con una alimentación equilibrada que creo se adapta a mis necesidades, pero esto es un tema que dejo para otra ocasión.
Para alcanzar estos resultados voy a compartir contigo los puntos clave en que se basa la filosofía de entrenamiento que sigo, y que Marcos propone a través de su manifiesto revolucionario.
Manifiesto Revolucionario
Espero que quieras ser uno de los nuestros, un revolucionario del fitness, un anti-sistema. Y por anti-sistema me refiero a alguien que no acepta la visión comercial del fitness actual, alguien que conoce cómo funciona realmente su cuerpo y cómo utilizarlo para lograr resultados.
El manifiesto del Fitness Revolucionario, nuestra declaración de principios, se resume en:
- No utilices máquinas de entrenamiento, menos si tienen displays digitales y sonidos.
- No compres ninguno de los equipamientos que venden en la teletienda, puedes entrenar con tu cuerpo y con unas pocas pesas. No necesitas más.
- Entrena movimientos, no músculos. Utiliza los ejercicios para los que tu cuerpo fue diseñado, la naturaleza es sabia. Nuestra revolución está alineada con nuestra evolución.
- El cuerpo es un todo, no hagas ejercicios de aislamiento para intentar moldear un músculo concreto. Utiliza ejercicios compuestos que trabajan coordinadamente múltiples grupos musculares.
- Olvídate de la apariencia, céntrate en la función, y te aseguro que la forma le seguirá.
- No hagas demasiado cardio ni sesiones muy largas. Más de 2 horas de esfuerzo continuado y probablemente tu cuerpo empiece a ‘comer’ músculo para alimentarse.
- Focalízate en tu fuerza, no en tu peso. Desarrolla tus músculos y ellos se encargarán de quemar calorías hasta que alcances tu peso adecuado.
- Trabaja como un atleta o como un gimnasta, no como un culturista. Un culturista tiene un cuerpo anti-natural, te aseguro que no hubiera sobrevivido en los tiempos de nuestros antepasados.
- Estar en forma es simple, pero no fácil, requiere determinación y esfuerzo.
- Aprende a estar cómodo mientras estás incómodo, el dolor es inevitable, el sufrimiento opcional.
- Valora tu futuro más que la comodidad del presente.
- Valora más tu cuerpo y menos la ropa con la que lo vistes.
- La edad es un número, la juventud es una elección. La revolución no envejece y debe durar toda la vida. Por tanto, debes ser paciente, los resultados no se consiguen de un día para otro, ninguna revolución que merezca la pena ocurre en una noche. Persiste y lograrás tu objetivo.
- Deja que la naturaleza sea tu farmacia. Alimenta bien tu cuerpo y no tendrás que tomar ninguna pastilla por el resto de tu vida.
- La revolución no distingue entre sexos, todos son bienvenidos a la causa, y no hay diferencias en el entrenamiento.
Y sobre todo sigue explorando y sigue experimentando. Yo lo sigo haciendo y siempre aprendo algo nuevo.
En el ámbito de la mejora de tu cuerpo, como en tantas otras cosas, aplica el dicho:
«Confía en quien busca la verdad, duda de quien afirma haberla encontrado».
Mi Filosofía Y Motivaciones
En la actualidad no cabe ninguna duda de que la gente vive más años, pero eso no implica necesariamente que se tenga una mejor salud que cuando la esperanza de vida era mucho menor. La principal causa de la longevidad de hoy día está en los avances médicos, y no en la amplia colección de insanas costumbres y hábitos que practicamos a diario.
Vivimos más tiempo pero no necesariamente nuestra calidad de vida es mejor, porque tenemos menos mortalidad, pero más enfermedades y dolencias.
La gran mayoría de estas dolencias y enfermedades se pueden evitar si aprendemos lo que tenemos que hacer para respetar nuestro cuerpo. Este tiene una larga historia de evolución con un gran peso sobre lo que somos ahora, y entenderla es la clave para resolver muchos de los problemas de salud actuales.
Ponerse en forma y estar sano en las sociedades modernas es ciertamente un acto de rebeldía, una batalla constante contra el bombardeo de desinformación que nos rodea, y que trata de someternos a los intereses económicos de la industria.
La única manera de obtener y de mantener la salud es a base de conocimiento y acción.
Y eso es precisamente lo que te propongo con este artículo:
1- Que busques información y que adquieras conocimientos.
2- Que pases a la acción para contrastar esa información en base a tu experiencia y a tus resultados, averiguando qué te funciona y qué no.
Es la única manera. No existen las fórmulas universales, no las busques. Solo existe lo que a ti te funciona, y la única forma de dar con ello es probando cosas y fijándote en los resultados. Ésa es la única receta que te conducirá al éxito.
Yo así lo hice, y después de haber probado muchos métodos una y otra vez, no desistí por no obtener los resultados que quería, sino que seguí buscando y probando.
Y al final lo que encontré, y probé, y aún sigo probando (porque lo sigo adaptando a mis necesidades), me está funcionando muy bien.
Programa Desencadenado (Tu Cuerpo Es Tu Gimnasio)
Por todo lo que te he expuesto hasta el momento, no puedo más que recomendarte que tú también pruebes el método de entrenamiento que Marcos propone en su libro Desencadenado, tu cuerpo es tu gimnasio. No te garantizo nada porque, como ya he dicho, lo que a mí me funciona no tiene por qué funcionarte a ti. Lo que sí tengo muy claro es que quedarte parado haciendo lo mismo de siempre solo te conducirá a obtener los mismos resultados de siempre. Si son buenos o malos es algo que decides tú.
Si crees que puede interesarte adquirir el libro y unirte a la revolución haz click aquí o en la imagen de arriba y lee detenidamente toda la información sobre el producto que Marcos te ofrece.
Ya solo queda que te pongas en marcha y empieces a trabajar, y esto te lo dice un tipo que mientras escribe esto va a cumplir 42 años, aparenta 30, y está haciendo muchas más cosas que cuando tenía 20 (más cosas sanas 😉 ).
No sé si tu salud te dirá ‘gracias’, porque no creo que por ahora sepa pronunciar palabras, pero estoy seguro de que lo notarás, y para bien, si sabes escuchar tu cuerpo, y probablemente escuchar también los cumplidos de todas las personas que se cruzarán en tu vida (a que se nota que fui vendedor de libros 🙂 ).
Y porque tú lo vales
¡A funcionar!
¿Alguna pregunta?
Se te ve genial Juan…..ese selfie……
Practico yoga y pilates y estoy muy contenta. Soy muy perezosa y en casa no hago nada, necesito tener la obligación de ir a un gimnasio.
Saludos
Muchas gracias Kristina, con esfuerzo y constancia los resultados llegan.
Tanto yoga como pilates son dos formas de ejercitarse integrales bastante buenas, si te va bien sigue con ellas.
Trabajar en casa es cierto que suele requerir un poco más de esfuerzo pero tiene la ventaja de que es cómodo y barato 🙂 .
Lo ideal es hacerlo al aire libre porque es incluso más sano y da más beneficios, pero eso ya depende de cada uno.
Saludos!
Pero bueeeno ese pivonaco!! Viva Juan como mola se merece una olaaaaaa!! Uhhhh!!
Pues el año pasados estaba a tope de power con el gym, pero varias lesiones me han mantenido unos 4 meses fuera del circuito y en Londres no tengo mucha intención de apuntarme a ningún gym, así que tu propuesta me llega que ni pintada además de que ya era fan de los isometricos antes…<3
Cuando llegue a casa le echo el vistazo!
Buen post "pincel" :p
Chu!!!
Jajajaja, muchas gracias campeona!
Parece que las lesiones y el gym se llevan bastante bien jeje, por algo será (yo también pasé unas cuantas veces por eso).
Anímate con el programa y si eres constante los resultados llegarán, ya lo verás.
Aquí me tienes por si te surgen dudas.
Besote!
Efectivamente pareces vendedor, aunque de los buenos, valga aclararlo… Me ha encantado eso de: «42 años, aparenta 30» jajaja eso es tener la autoestima muy pero que muy alta, yo 30 no te pongo ni de lejos, pero bueno, tal vez en persona sea otra cosa 😀 (ehhh que 40 tampoco aparentas) 😉
Sobre el libro se ve genial, yo el blog lo sigo desde hace poco y es muy bueno. Me he inscrito a varios Gyams, sobre todo para las clases de pilates, step, aeróbicos, etc… nunca me han gustado las máquinas. No tenemos buena relación 😀
Lo apunto y si me animo a seguirlo le doy clic al enlace (desde luego) 🙂
Saludos y a seguir con esos buenos hábitos. Toda una inspiración 🙂
Si es que me quiero un montón Diana, estoy aprendiendo a regalarme amor y aprecio a mi mismo para, a partir de ahí, hacer lo mismo con los demás 🙂
Está bien autoestimarse de vez en cuando y reconocerse los méritos como premio por el esfuerzo, sirve de motivación, eso sí, sin pasarse con el ego y manteniendo los pies en la tierra siempre, sin creerse ni más ni menos que nadie.
Me alegro de que te guste el blog que recomiendo, creo que es información de la buena, y en mi caso mis resultados me lo confirman, por eso me he animado a recomendarlo en base a mi buena experiencia.
Anímate a probarlo y ya me contarás.
Muchas gracias y saludos!
Pues fíjate que esos 30 años que sí aparentas son los mismos que mucha gente que tiene más de 30 tristemente no aparenta.
Yo tengo mis 30 y parezco de 20 tantos…, pero es el resultado de tu propuesta de hacer ejercicio (de verdad) gratis, de nuestra propuesta de comer sanamente, y de mi propuesta de sonreírle a la vida. Eso es lo que sin lugar a dudas te quita arrugas, años, y te llena de más ganas de seguir batallando, y «haciendo 1, 2 o 3 niños».
Espero un próximo post (agrandado con anillos de Burguer King) con una rutina básica para las que vivimos solas y queremos seguir viéndonos churras y sanas 🙂 (Se valen bicis)
Muchas gracias por el cumplido Andrea 🙂 , eres un solete.
La alimentación y el ejercicio son básicos para disfrutar de una buena salud y con ello de calidad de vida, por eso debemos darles la importancia que se merecen y que también nosotros nos merecemos.
Teniendo salud es más fácil sonreír y disfrutar de la vida ¿no te parece? (y cumplir muchos años y hacer muchos niños 🙂 )
¡A disfrutar!
Me viene genial este artículo, ya que yo solía ir al gimnasio pero me aburría una barbaridad en el, la gente iba a posturear un poco y al final acababa perdiendo tiempo y dinero.
En cuanto cobre a final de mes me compraré un juego de mancuernas normales y a trabajar en casa; me quedo con tus consejos y con los libros que recomiendas.
¡Gracias Miguel!
Son dos blogs con muy buena información Toni, dales un buen repaso antes de ponerte con los ejercicios para empezar con buen pie y evitarte lesiones 🙂
Buena información, esfuerzo y constancia y lo demás vendrá solo.
Un saludo!
PD: Mi nombre es Juan 🙂
Hola Juan, en general me ha gustado el post, es un punto de vista interesante y con la idea central ( se puede estar en forma sin ir al gimnasio) estoy totalmente de acuerdo.
Lo que me chirría un poco es que cae un poco en infravalorar el gimnasio.
Mi punto de vista que espero ayude a enriquecer el post es el siguiente:
– La diferencia principal entre un gimnasio y tú casa es que en el gimnasio existe mayor variedad de medios así como personas que pueden darte su punto de vista y ayuda. Ésto por un lado ofrece mayor variedad para tu entrenamiento, pero por otro lado las posibilidades de lesión son mayores si uno no sabe ejecutar bien los ejercicios o se empeña en realizarlos con mucho peso, velocidad, repeticiones etc. Tal y como yo lo veo entrenar en casa es más limitante que en un gimnasio desde el punto de vista de materiales, espacio, ayudad etc.
– Las lesiones se producen principalmente por una mala ejecución de los ejercicios, una excesiva carga o alta densidad de repeticiones prolongadas en el tiempo. Programar una rutina de entrenamiento no es simplemente la típica tabla que ponen en los gimnasios, deben de existir sesiones, microciclos, mesosiclos, bloques, etc que jueguen con diferentes cargas, repeticiones, ejercicios, descansos etc, hacer siempre lo mismo es potencialmente muy lesivo, y por ello seguramente tú te lesionaste, al disminuir las cargas (con tu propio peso), descansar más, variar los ejercicios etc obviamente las lesiones / problemas mejoran.
– No existe un medio o material malo, sino un mal uso del mismo, los ejercicios aislados tienen su espacio, los ejercicios con altas cargas tienen su espacio, el cardio (sin excesos) tiene su espacio, las máquinas tienen su espacio, etc, para mi lo ideal no es contraponer ejercicios con el peso del cuerpo vs máquina, sino saber dosificar cada cosa primero para mejorar la salud y después sobre esa base construir un objetivo. (En mi caso mezclo sesiones de fuerza en el gimnasio con días al aire libre con autocargas, otros de pilates etc, pero todo bien dosificado).
«Trabaja como un atleta o como un gimnasta, no como un culturista. Un culturista tiene un cuerpo anti-natural, te aseguro que no hubiera sobrevivido en los tiempos de nuestros antepasados.»
– Me han matao con esto 😛 , un culturista es un deportista al igual que un atleta o un gimnasta cuyos cuerpos no son «naturales» tampoco, ya que las cargas, entrenamientos (hasta 9 sesiones a la semana o más), alimentación y descanso no cumplen un patrón natural, no creo que en el paleolítico un ser humano se metiera tanta tralla. Además poner un deportista como modelo de salud tiene sus riesgos, todos vemos los buenos momentos de los atletas, pero no vemos cuando ya no compiten y vienen las lesiones, y baja el rendimiento y empeoran en muchos aspectos.
Gracias por la oportunidad de mostrar mi punto de vista y espero que sirva para enriquecer el post.
Hola Sergio, lo primero agradecerte tu comentario y el haber enriquecido con él mi artículo. Considero vuestras aportaciones como muy importantes, y todos los puntos de vista son bienvenidos, estén o no de acuerdo con lo que expongo en mis post.
Coincido contigo en que cuanta más disponibilidad de medios y de cuanta mayor información o ayuda dispongamos mejor. Lo difícil está en diferenciar cual de esa información nos sirve y cual no, y lo mismo con la ayuda (hay mucho descerebrado por ahí). Por eso yo siempre recomiendo contrastarlo todo y probarlo en nosotros mismos, para ver cuales son los resultados que obtenemos, y poder así orientarnos mejor en cuanto a lo que nos funciona (aunque esto requiere de mucha dedicación y esfuerzo). También está el que dispongamos del dinero o queramos gastarlo en disfrutar de estos medios, aunque esto ya es otro tema.
En mi método de entrenamiento me oriento hacia la funcionalidad porque creo que eso es lo que me resulta más útil, tanto para el desarrollo de mi vida diaria como para disfrutar de una mejor salud, por eso todos mis ejercicios parten de esta premisa. Cada uno ha de buscar sus propios propósitos y la manera de alcanzarlos, yo solo hablo de los míos y de lo que a mí me viene bien para conseguirlos, eso sí, tu propuesta de buscar la variedad y el equilibrio, me parece acertada.
Está claro que ni atletas, ni gimnastas ni culturistas utilizan métodos de entrenamiento naturales, porque lo que yo entiendo por natural es la actividad física que realizaban nuestros antepasados, y que iba orientada básicamente a obtener el sustento necesario para sobrevivir. Sin embargo también está claro que unos entrenamientos son más funcionales que otros. En el caso del culturista, ¿qué función persiguen sus entrenamientos? ¿Cuál es su objetivo? Yo lo tengo claro y para mí esto no es ni funcional ni sano. No digo que el atleta o el gimnasta no estén también sobreentrenando su cuerpo porque lo hacen, y estoy de acuerdo con lo que comentas del precio que luego pagan por haberlo hecho de esta manera.
Como he dicho, cada cual tiene unas necesidades y unas circunstancias específicas, y persigue unos u otros objetivos. En este post yo hablo de los míos y de mi forma de llegar a ellos en base a una filosofía muy personal. Cada uno que coja lo que le sirva y deseche todo lo demás.
Gracias de nuevo por tu comentario.
¡Un saludo!
De nada :). Los artículos no pueden expresar todo lo que piensas sobre un tema, simplemente he visto que hay cosas que quizás por no dar la brasa no le has sacado punta. Por lo demás coincido al 100% con tu comentario.
Para disfrutar de salud, funcionalidad y «belleza» con lo natural nos basta, si queremos optimizar o llevar más allá la máquina (entrenamiento deportivo o estético) tendemos que pagarlo… con salud la mayoría de veces.
Doy fe de que Juan aparenta 30 años en persona. De hecho me quedé asombrado cuando descubrí tu edad. No me imaginaba que un tío de 41 años me cogiera a hombros y se pegara semejante carrera (accidente incluido).
He estado algún tiempo mirando estos métodos pero nunca he prestado demasiada atención y por lo tanto no me he acabado de decidir. Me apunté un año a un gimnasio y acabé yendo un par de meses porque me aburría soberanamente. Lo único que he estado haciendo de forma más o menos continua ha sido correr.
Un abrazo muchacho!
Jajaja, ¡gracias muchacho! Qué buena carrera nos echamos, y el accidente final fue lo mejor de todo 🙂 (que luego me devolviste en Granada por cierto)
Lo más difícil siempre es la constancia, y más todavía si uno se aburre o no disfruta en la actividad que sea, por eso cuanto menor esfuerzo nos suponga y cuanto más nos divierta mejor que mejor. No hay métodos universales y cada uno hemos de buscar el que nos vaya mejor y el que más disfrutemos, aunque no resulte nada fácil dar con ello porque tenemos mucha tendencia a hacer lo mínimo imprescindible, y es fácil dejarse llevar.
Ánimo y ¡Un abrazo!
Hola Juan! Pero que entrada mas incentivadora! Hace un año que dejé el gym…y las tantas horas que paso delante de la computadora, no me favorecen en lo mas mínimo! He sufrido varias lesiones ya que me fascinan los aparatos de gimnasio, eso realmente me acobardó..pero, no es la muerte..y la salud y el bienestar lo merecen. Ya guardé a Favoritos esas dos páginas y.. escucho a mi cuerpo si…que me dice: Levantate y anda! jaja Y ciertamente el sedentarismo es lo peor, a pesar de realizar actividades varias, no es lo mismo que el entrenamiento.
Por cierto..y a juzgar por el modelo.. veo que funciona! Se te ve muy bien amigo!! Un abrazo
¡Muchas gracias Sole!
La vida sedentaria es una gran enemiga de la salud, y la verdad es que los hábitos modernos, tanto de trabajo como de ocio, cada vez la favorecen más, por lo que resultan bastante perjudiciales. Por eso recomiendo información y acción.
¡El movimiento es vida!
Un abrazo.
Madre mía, tras leer el manifiesto me como el mundo!! JAJAJJA
En el fondo, es un post que trata de algo más nombrado que en esencia conocido: la Belleza. Y la escribo con mayúsculas. Belleza es, salud, es ser quien quieres ser y que sea bueno, es quererse, cuidarse, ser uno mismo.
Gracias, Juan.
Muy cierto, la belleza es un tema que no abordo directamente pero que subyace en todo el artículo, y como bien dices, la salud es belleza, y ser quién quieres ser, salud.
Buen aporte.
Gracias, Pablo.
Juan estas hecho un chaval!! se te ve muy bien en la selfie 😉
Un post cojonudo, me han parecido muy buenos los puntos del manifiesto revolucionario, esa página la conocía aunque nunca había profundizado demasiado.
Como tu muy bien has contado, creo que todo el mundo con el paso de los años va evolucionando y va cambiando de prioridades, al principio le das mucha importancia a tu físico y a que se te vea bien, pero con el paso de los años te da cuenta que eso no lo es todo, y prefieres cuidarte mas por dentro aunque no luzca tanto por fuera.
Yo antes era una rata de gimnasio, solo hacia pesas y tomaba todo tipo de suplementos artificiales (hidratos, proteínas, creatina…) hoy en día, después de mucho tiempo de abandono he retomado el gimnasio pero hago menos pesas, lo convino con el running y la natación y hago una dieta saludable. Estoy seguro que toda esa basura de suplementos a la larga tienen efectos secundarios.
Un abrazo Juan me alegra verte a tope 😉
¡Muchas gracias Marcos!
La verdad es que en este momento mi prioridad número 1 es la salud y la funcionalidad, muy por encima de la estética, y por eso me enfoco en conseguirlas, además de que estoy convencido de que cuanto más sano y funcional más atractivo, por lo que el pack viene «todo en uno», y me olvido de las comeduras de tarro acerca del ideal de físico que tratan de vendernos.
Creo que haces bien combinando tus prácticas y buscando el equilibrio que se adapte a tus necesidades, sin olvidarte además de la alimentación, que es otro de los pilares básicos para estar en forma y disfrutar de la mejor salud posible.
¡Un abrazo!
Un método muy bueno Juan, del que empiezo a ser seguidora.
Sigues estando estupendo. Doy fe 😉
Yijaaa
¡A por todas Ana!
PD: me he puesto colorado 😉
La verdad me impresionó que tuvieras 45, no se te notan, ayer precisamente le dije a mi vecina cuando se fue a recoger el cabello en una cola y levanto los brazos, «wuao amiga tienes unos brazos envidiables» ella me dijo que no le gustan mas bien, los tiene tonificados, cosa que yo a los 35 no tengo, ya parecen q tienen vida propia cuando digo adiós y se empiezan a mover los cueros jajajajaja y luego me puse a pensar que ella nunca va al gimnasio, su vida es sedentaria, porq tendría los brazos así? ah! me acorde ella es fanatica de la limpieza, siempre tiene la casa limpiecita y el piso brillando, pasa cera todos los dias y le saca brillo al piso manualmente porque no tiene pulidora, tantos años de limpieza a diario han rendido sus frutos, tienes razón que los movimientos normales del cuerpo ayudan a mantenerlo en forma… me apunto a seguir investigando! Besos Juan, sigue con estas publicaciones tan buenas….
¡Muchas gracias por el cumplido Ángela!
Además de que procuro cuidarme en cuanto a salud se refiere, supongo que el factor genético también tiene mucho que ver en mi apariencia 🙂
Los movimientos naturales y los ejercicios funcionales son en mi opinión los más saludables, y los que mejor resultado dan a la hora de estar sano y en forma. La estética viene de la mano de la salud, y esa ‘belleza’ es la que creo deberíamos perseguir todos porque sin duda es la que más bienestar nos va a proporcionar.
¡Un abrazo!