[Como reza el cartel, la memoria en ocasiones puede ser una auténtica «escalera resbaladiza»]
Los pecados de la memoria son una auténtica jodienda, porque cuando crees estar recordando algo que sucedió con total nitidez, puede resultar que es una película (y mala) que solo está en tu cabeza. No está mal el escribir en un blog para luego, al releer lo escrito más adelante, darte cuenta de que «pintar el indio» no es solo manchar de pintura a Toro Sentado.
He estado durante toda la semana en un estado de apatía generalizada, sin muchas ganas de hacer cosas y por consiguiente, sin muchas ganas de escribir en el blog. Después de más de un año publicando con regularidad es una situación que ya me conozco, pero no por ello deja de resultarme desagradable.
He pensado en tomármelo con calma y no publicar hasta que tuviese motivación y ganas, pero al final he decidido forzarme a hacerlo aunque el resultado sea la mayor mierda que puedas leer en mucho tiempo.
Hace nada que una gran amiga me comentó que algunos de mis artículos podían resultar (y resultaban) demasiado largos, y que quizá esto podía ser contraproducente si lo que pretendo es que quién los lee llegue hasta el final. Como acostumbro a decir, uno no puede pensar en contentar a todo el mundo cuando publica, sino que ha de centrarse en contentarse a sí mismo. Pero es precisamente ahí donde reside el problema, en que nosotros mismos podemos llegar a ser los peores lectores y a convertirnos en nuestro mayor censor.
Como quiera que esto último es poco saludable para mis intereses, hoy me he dado permiso para saltarme todas mis mierdas mentales (si es que esto es posible) y cualquiera de mis cuadriculados modelos de escritura (aunque mi parte perfeccionista me esté jodiendo sin descanso), y escribir sin querer solucionar los problemas del mundo, o mejor dicho, mis problemas con el mundo.
Y como te contaba que esta semana he estado bastante desorientado y despistado, lo cual me ha conducido a olvidos nada frecuentes en mí, se me ha ocurrido hablarte de los pecados de la memoria, es decir, que lo dejes aquí y te dediques a hacer algo más productivo que leer lo que viene, porque se te va a olvidar en menos de lo que tardas en cagarte en mis muelas.
Los Siete Pecados De La Memoria
Nuestra memoria no es ni mucho menos perfecta, sino que tiene una serie de defectos de funcionamiento que hacen que lo que realmente sucedió se pueda alejar bastante de lo que recordamos que sucedió, por mucho que creamos recordarlo con perfecta nitidez.
Estos pecados de la memoria son siete:
- Transcurso
- Distractibilidad
- Bloqueo
- Atribución errónea
- Sugestibilidad
- Propensión
- Persistencia
Y esto es todo.
Va a ser que no.
Sigamos (pero solo un poquito).
Este pecado alude al debilitamiento o la pérdida de memoria que se produce con el paso del tiempo.
Seguro que puedes recordar lo que has hecho en las últimas horas (si no es así deja de beber ya, tu hígado comienza a estar amarillento), pero quizá te cueste más hacerlo con lo que hiciste un día de hace seis meses, un año, o lo que quieras.
Con el tiempo la memoria se deteriora y las posibilidades de recordar disminuyen. Doy fe de esto porque yo hace mucho que no recuerdo con quién tuve ‘el placer’ de perder la virginidad (estoy hasta dudando de si pasó en realidad).
Se refiere a que no retenemos hechos en la memoria debido a que, cuando los realizamos, estamos distraídos y no les prestamos la atención necesaria.
Es lo que pasa cuando no sueles encontrar las llaves, las gafas, o el vibrador anal, pero no te preocupes, nos pasa a todos y todas.
Si esto te preocupa puedes venirte con una almohada y te dejo mi hombro para llorar, pero no te la olvides que tengo la piel muy fina y sensible y se me quedan marcas, así que olvídate de la escena de Sharon Stone en Instinto Básico.
Seguro que conoces sobradamente la expresión ‘lo tengo en la punta de la lengua’, y no cuando te estás refiriendo a la joyita de tu pareja, sino a que una palabra más escurridiza que los mocos de un Troll se resiste a aparecer por tu mapa mental.
¿Necesitas más descripciones?… pide por esa boquita (o con esas manitas).
Esto viene a ser lo que sucede cuando, en el momento más perfecto que puedas imaginar, le llamas Samantha o Christian a tu pareja, cuando en realidad su nombre es Filomena o Secundino.
Te has puesto en situación ¿verdad?
Aquí se me ocurren muchos ejemplos (como cuando me miento a mí mismo, sugestionándome con el fin de creerme que a veces, escribir tantas paridas juntas, resulta divertido), pero me voy a quedar con la siguiente pregunta:
¿De que color es el caballo blanco de Santiago?
Respuesta: no sé quién es Santiago, ni que caballo tiene, ni de que color es, pero joder, dile de mi parte que se compre una buena yegua de una santa vez.
Este es muuuuy chungo.
Significa que todo lo que crees y todo lo que sabes en este momento, influye de manera decisiva en todo lo que recuerdas, es decir, lo que eres en el presente tergiversa lo que fuiste en el pasado, para acomodar esa realidad a tus preferencias actuales.
A ver si tienes lo que hay que tener para ponerme un ejemplo de esto (yo es que ahora mismo no puedo recordar ninguno con claridad 🙂 ).
Esto se da cuando algunos recuerdos bastante perturbadores se empeñan en regresar una y otra vez para ponernos de punta aquello que ya no sirve para nada (deja ya de imaginar símbolos fálicos).
Un ejemplo: a mí todavía me atormenta el recuerdo recurrente de la cara que puso una chica, después de decirle que me había costado varios días sacar su olor íntimo del asiento de atrás de mi coche
¿Y a ti?
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Y con las bromas ya he pasado de las mil paridas, quiero decir, palabras, pero no te agobies, si has llegado hasta aquí decirte que no tardarás en olvidarte de toda esta basura.
De no ser así yo empezaría a preocuparme porque, o no eres humano, cosa que no tiene por qué ser mala, o no lo soy yo, algo con toda seguridad malo del carajo.
¡Nos leemos en una semana my friend!
¡Disfruta!
[Este artículo está inspirado en el libro Los siete pecados de la memoria de Daniel Schacter]
Me pareció curioso que titularas el post “Los pecados de la memoria”. Yo más que pecados o defectos los llamaría características. Y es que considero una maldición poseer una memoria sin los “pecados” que citas.
No sé si conoces un cuento de Borges titulado «Funes el memorioso» que habla de un hombre que no podía olvidar. Era capaz de recordar hasta la última hoja de un árbol que vio la primavera de hace diez años. En la historia aparece una frase muy relevante para lo que quiero exponer:
«Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer.»
Una memoria perfecta nos condena a no ser humanos, como bien apuntas al final. Siempre he tenido buena memoria. Esto me ha resultado muy util en los estudios pero otras veces me preocupo por la cantidad de conocimiento inutil que he sido capaz de acumular. ¿De que me sirve saber cual es la capital de Tanzania o quién fué Ana Bolena?
No elegimos lo que recordamos. Sin embargo nuestros recuerdos conforman nuestra identidad y aunque el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, nunca tropezamos de la misma manera.
Termino con un fragmento del poema que da título a una de las mejores películas sobre la memoria (y sobre muchas mas cosas). La película es «Eternal Sunshine of the Spotless Mind» que en un alarde de audacia traductora fue estrenada en España bajo el título de «Olvídate de mi».
¡Qué feliz es la suerte de la vestal sin tacha!
Olvidarse del mundo, por el mundo olvidada.
¡Eterno resplandor de la mente inmaculada!
Cada rezo aceptado, cada antojo vencido.
Un saludo.
Cierto lo de que son características más que pecados elpakop, aunque en ocasiones algunos de ellos nos hagan mas mal que bien, sobretodo si no comprendemos su funcionamiento. No conozco el cuento de Borges aunque sí se de casos de personas que «padecen» el recordar todo lo que les sucede, y aunque son capaces de realizar grandes logros por esto, pienso que les hace la vida mucho más complicada y difícil.
He vista una sola vez la película que mencionas, hace ya bastante tiempo, y lo cierto es que no supe apreciar en aquel momento todo lo que quizá ofrece, pero ya que la recomiendas la pondré en mi agenda de próximos visionados.
Un saludo.
Hola querido Juan:
Te contaré que hace poco leí un libro cuyo nombre no viene ahora al caso, y al comenzar tu entrada ,me vino enseguida a la cabeza. en su introducción dejaba claro que explicaba sus recuerdos de acuerdo a su memoria, y que los hechos podrían haber cambiado o estar distorsionados por alguno de los factores que tú enumeras tan bien. Inevitablemente es así, pero yo creo que es lo que hace que sea nuestra y única. nuestra historia y nuestra memoria.
Respeto al consejo sobre lo largo de tus entradas. eso nos pasa a todos supongo. sabemos que no todo el mundo se queda a leer todo lo que escribimos hasta el final, pero sino la terminaras de acuerdo a nuestro criterio no pasarían por nuestro peor censor, que somos nosotros mismos.
Yo personalmente no entro a verte tanto como quisiera pero si lo hago me quedo hasta la última coma y le dedico mi tiempo a disfrutar la lectura y a disfrutarte a ti como escritor, y además tus lecturas son una invitación a la reflexión y los que te seguimos sabemos donde venimos y nos gusta tu casa.
y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho, que ya sabes que yo también hago largos hasta los comentarios.
besos
Así es Amparo, nuestra historia y también nuestra memoria son únicas, lo que ocurre es que nuestra memoria modifica nuestra historia (en nuestra mente) con el paso del tiempo y en virtud de nuestras posteriores experiencias.
De acuerdo con que nosotros mismos somos nuestro mayor censor, y es ahí donde se reflejan todas nuestras inseguridades e inquietudes. Yo tan solo trato de reflejar y acercarme con mis palabras, al estado de ánimo en que me encuentro en cada momento, a ser lo más auténtico posible, lo más natural y espontáneo posible. Ese es el camino que he elegido, aunque siga tropezando con frecuencia.
Muchas gracias por tu apoyo.
Besos.
Pues yo me voy a quedar para siempre con una de tus frases: «y escribir sin querer solucionar los problemas del mundo, o mejor dicho, mis problemas con el mundo.»
Eso de esperar a «estar motivado» para mover un dedo es muy típico del mundo de los gurús de la autoayuda… y también es muy estúpido: imagina a una madre que estuviera esperando a sentirse motivada para dar de mamar a su bebé. O a tu amante, que solo te diera a beber de sus turgentes senos cuando se sintiese inspirada.
Te ha salido un buen artículo, en mi opinión. Ya sabes, es mejor escribir para ti mismo y no tener público que escribir para el público y no tenerte a ti mismo.
A seguir sembrando tempestades, que así tendrás mejores cosechas.
Si dependiera de mí el bienestar de personas que me importan, ciertamente sería muy estúpido esperar a estar motivado para hacer lo que fuese necesario para ayudarlas. En este caso creo que lo único que depende de lo que aquí escribo es mi propio bienestar, si bien es cierto que desconozco el efecto y la trascendencia de lo que escribo en otros.
Y sobre las dos frases a que te refieres (primer y último párrafo de tu comentario), decirte que me han salido de forma completamente espontánea, mientras escribo, por lo que creo que ahí tengo buenas pistas de hacia donde dirigir mi cotarro. La pega es que no siempre me encuentro en el estado mental apropiado para «fluir» de esta manera. Estoy trabajando en ello, mientras tanto seguiré disfrutando con las tormentas.
Por fin me digno a dejar un comentario, y es que me has hecho reír tanto que tenía que hacerlo. Bueno, son las 00:57 de la noche, estoy esperando que me envíen una fucking traducción que tengo que publicar mañana a las 10:00 y me muero de sueño, así que no estoy en condiciones de hacer una súper-mega-disertación sobre lo que creo de la memoria y las malas jugadas que nos juega.
Así que, y yendo a lo básico:
Uno: le dices a tu gran amiga que no hay nada de malo en escribir posts largos. Que a quien le interesen de verdad llegará hasta el final de post, como he hecho yo (quiero mi premio).
Dos: muchas veces a la hora de la cena soy incapaz de recordar lo que he comido a mediodía, así que fíjate qué mierda de memoria tengo.
Y tres: te compro la expresión de «más resbaladizo que un troll», porque me ha encantado.
Saludos,
D.
Pues muchas gracias Desirée, me alegra saber que mi sentido del humor te ha amenizado la larga y tediosa espera de la fucking traduction, ha sido un placer 😉
Ya he decidido que haré los post como me salgan y según el estado de ánimo en que me encuentre, o incluso no los haré, mi tranquilidad mental ante todo.
Vendida la expresión del Troll a cambio de tus sonrisas, yo satisfecho y tú ya tienes tu premio ¿que más podemos pedir?
Saludos.
Juan, yo sé lo que debo escribir para que me lean, pero prefiero escribir para mí. Ahora mismo no escribo para los demás. También puedo hacer entradas parecidas a los exámenes de mi carrera y créeme que todos pensarían que soy toda una crack, pero no me da la gana. Escribo para mí. Escribo de forma muy sencilla porque es lo que necesito ahora. Cuando quiera volver a ser «más difícil de leer» porque yo lo necesite, dar datos, mostrar al mundo todo lo que he leído y llenar mis entradas de datos, lo haré. Puedo también tocar temas para que me sigan, sigue sin darme la gana. No quiero. Uno no puede pensar en contentar a todo el mundo cuando publica, sino que ha de centrarse en contentarse en sí mismo. Pocos son los que me entienden, lo sé, pero ahora mismo me da igual. Escribe para ti y si no estás inspirado, pasa del asunto hasta que te apetezca. Un saludo. Livia.
Muchas gracias por los consejos Livia, yo también tengo bastante claro que el mayor enemigo está en casa y que contentar a todo el mundo es una utopía.
Yo escribo de forma diferente según el estado de ánimo en que me encuentro y eso se refleja en lo que publico. Creo que ser flexible en la forma es importante y también lo es encontrarse cómodo escribiendo, de manera que las palabras fluyan de forma natural para el disfrute propio, porque el ajeno siempre escapará a nuestro control.
Un saludo.
Te ha quedado un post muy sexual o soy yo y mi primavera? XDDD
Ains, muchacho, pecados de la memoria…¡cómo si supiera que es eso! mi mente cada noche se resetea y decide guardar la información más absurda y nímia del dia, eso para mi no es un pecado sino una cruz!XDD
Me ha gustado mucho, sobre todo cuando dices «hala ya está» y yo…nooooo?? cómo que yaaaa??? jajajajaja que cabronazo el susto que nos dió!^.^
Un besazo desde la bella Italia majo! <3
No sé si el motivo es la primavera o la ovulación Caro, pero igualmente a este cabronazo le gusta que te guste 😉
¡Y que disfrutes Italia majica!
Así como todas tus publicaciones me encantan y me sorprenden positivamente , los comentarios enriquecen cada tema que tratas , gracias Juan ha sido de encanto encontrar tu blog.
Estoy de acuerdo con lo que dices de los comentarios Eva, son aportaciones geniales.
Muchas gracias por pasarte y participar.
¡¡Bienvenida!!
…un vocabulario infinito para serie natural de los números, un inútil catálogo mental de todas las imágenes del recuerdo…Borges
si deseamos conservar incólumes las brillantes facetas del espíritu, hay que refugiarse en el remanso de la soledad, tan propicio a la actividad creadora…me gusta tu blog , no quiero ser repetitiva pero eres auténtico…gracias por compartir, lástima que desde Cuba puedo llegar poco a internet pero cada vez que pueda llegaré…abrazos
Muchas gracias por tus palabras Eva, me complacen, me reafirman y me motivan, y sin duda la soledad es un remanso donde la creatividad gusta de acomodarse.
Un fuerte abrazo trans-oceánico.
PD: cuando puedas llegar, aquí serás bienvenida 🙂
Gracias miles! Llegaré… Feliz momento
Great blog! I am loving it!! Will come back again. I am taking your feeds also ffbdcbfgagddeddd
Jo! Qué difícil lo de la propensión. Yo creía que era al revés, que todo lo de tu pasado te lleva a comportarte de una forma determinada en el presente, no siendo incluso consciente de por qué tomas las decisiones que tomas y que pueden ser en base a estas antiguas doctrinas.
Pero se le puede dar la vuelta a la tortilla, sí. Imagina que tu pasado fue tan chungo que has construido una realidad alternativa donde todo ese dolor lo enterraste, cual residuo nuclear, en las profundidades marinas. Podría ser que todo lo que fue un horror fueran sólo «pequeñas putaditas que te cayeron por parte de otros» o «un poco de mala suerte»….. Puede ser que ahora te estés tirando a todo bicho viviente y te creas el rey del mambo o la reina de Saba, construyéndote la convicción que de adolescente no lo hacías porque te molaba romper corazones. Y que lo que en realidad ocurriese es que tenías poca fama en el instituto y un aparato para los dientes que te hacía hablar raro, que la gente no te entendiese y pasasen de hablar contigo…. vamos, de cuando llevar braquets no era popular ni motivo de foto cool en Instagram. Podría valer??? jajajajaja!
Es cierto que tu pasado te ha influido y condicionado en cuanto a tus comportamientos presentes Ana, y a eso nos referimos cuando hablamos de los automatismos del subconsciente, y que se crean debido a experiencias y hábitos pasados.
Pero en cuanto a la memoria y los recuerdos lo que hacemos es adaptarlos a cómo nos vemos en el presente, porque seguro que ha habido una cierta evolución desde que se produjeron los hechos hasta el momento presente en que los recordamos. Cuanto más tiempo pase mayor será la evolución (en algunos casos puede que sea muy poca jeje) y más la distancia entre los hechos y el presente, con lo que también tergiversamos nuestros recuerdos en mayor medida.
Y sobre lo que cuentas está claro que a veces también nos montamos películas mentales completamente falsas para intentar huir de una realidad que no nos resulta (o resultó) agradable, transformándola en lo que nos gustaría que fuese, pero huyendo de lo que es. Algo parecido a cuando se recurre a la superstición y a la religión para intentar hacer la vida ‘más amable’ porque no somos capaces de enfrentarnos a ella tal cual es.
¿Podría valer? 😉
Me vale, me vale 😉 Me has hecho darme cuenta de que eran tres los temas que trataba en el comentario en lugar de uno. Mucho más claro, la verdad.
Gracias Juan!