No creo en la reencarnación ni por tanto en vidas anteriores o posteriores a la vida que me ha tocado vivir. No creo haber elegido las circunstancias de mi nacimiento, ni el dónde, ni el cuándo, ni el cómo, aunque sí pienso que tengo cierta influencia en la forma en que vivo, y en la forma en que dejaré de vivir.
Quizá no elija cuando morirme, o quizá sí, quizá tenga el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que eso significa viendo el momento llegar, o quizá no.
Sea cómo sea lo único que quiero es irme en paz conmigo mismo, o aún mejor, alcanzar cuanto antes esa paz interior que me permita vivir lo que me resta en plenitud y serenidad, lo cual implica por cierto, que aún no lo he conseguido.
Y una vez haya muerto…
¿Importará la vida que haya llevado?
¿Lo que haya hecho o dejado de hacer?
¿Mi legado?
¿Que me recuerden?
Quizá sí para los que todavía permanezcan vivos, pero no para mí.
Esas son el tipo de cosas que me importan y me preocupan ahora porque estoy vivo, tengo conciencia e intelecto, y es lo que me ha tocado vivir según mis circunstancias, pero que dejarán de ser importantes cuando esté muerto.
Nada tiene importancia si no existo.
Afortunados porque Vamos a Morir
No conocemos vida sin muerte (por el momento), y así como aceptamos la vida con naturalidad, nos cuesta hacer lo mismo con la muerte.
Morir resulta terrible, nos da miedo, no queremos, y buscamos y encontramos todo tipo de recursos, excusas y rescates que nos permitan mitigar ese miedo y soportar tal sentencia.
En el ámbito espiritual, el miedo es causa, la fe es consecuencia, un sustituto de la valentía que nos llevaría a aceptar la realidad tal y como es, del coraje que nos permitiría ser los dueños de nuestra vida, y de nuestra muerte.
Somos afortunados porque vamos a morir.
Teniendo miedo de la muerte entregamos la libertad de la vida.
Nacemos Para Vivir, Vivimos Para Morir
«Te despiertas una mañana, o cien, o mil, pensando que ya basta, que ya no quieres más de lo mismo. Estar despierto te duele demasiado, una vez más.
Tienes un arma, la coges, la miras, la hueles, la sientes, la cargas.
Crees estar preparado y metes el cañón en tu boca, tu dedo va al gatillo.
Aprietas el frío y duro metal con tus dientes y eso te hace salivar.
Tu corazón retumba en tus sienes.
Tu mano tiembla y suda.
Tus ojos cerrados lloran.
Fracasas.
Vives.»
«Las cosas han ido empeorando las últimas semanas y nada de lo que has hecho ha podido aliviar tu sufrimiento.
Te sientes mal, muy mal, demasiado mal, y no tienes ni idea de qué puedes hacer para cambiarlo.
Escribes una carta de despedida para tus seres queridos y para la persona que más amas porque te importa, porque les vas a hacer daño y eso te duele, y te duele porque estás vivo.
Tienes un arma, la coges, la miras, la hueles, la sientes, la cargas.
Crees estar preparado y pones el cañón apuntando a tu corazón, tu dedo va al gatillo.
Notas la presión del frío y duro metal contra tu pecho.
Tu corazón palpita con normalidad.
Tu mano es firme.
Tus ojos abiertos miran.
Disparas.
Mueres.»
Dolor y placer son las dos fuerzas que guían todas nuestras decisiones.
He conocido a personas que eligieron morir a su manera y en su momento porque no podían soportar estar vivas, también a otras que murieron sin haber elegido ni el cómo ni el cuándo.
Si morir es lo que quieres, el miedo a la vida se vence de dos formas…
Por valentía o por desesperación.
Si lo que quieres es vivir, el miedo a la muerte se vence de una única forma…
Por aceptación.
Tarde o temprano, lo quieras o no, verás y sentirás morir a otros.
Tarde o temprano, lo quieras o no, morirás.
Si deseas vivir en libertad, en paz contigo mismo, y morir de la misma forma, te conviene aceptarlo.
Resulta inevitable.
No veo un mejor sentido para la vida que aprender a aceptar la muerte.
[Foto de portada realizada en el Palacio de Cibeles de Madrid, España]
Justo antes de ayer vi la película de Tom Ford «A single man», creo que trata este tema de modo exquisito, échale un vistazo si aún no lo hiciste.
http://www.imdb.com/title/tt1315981/
En cuanto la video, es brutal, me ha fascinado, gracias por hacerme reflexionar sobre cosas que a veces pasan desapercibidas.
Chu!!
De nada, replantearse la propia actitud ante las cosas verdaderamente importantes nunca está de más.
Y muchas gracias a ti por la recomendación señorita, no he visto esa peli pero la veré pronto 😉
Besote.
Hola, me he leido tu reflexión, y me pusiste a pensar, magnifico trabajo.
Bueno yo escribo historias cortas en Wattpad me encantaria que me dieras la oportunidad de usar tu reflexión claro dandote el crédito y seria una adaptación, agradezco de antemano tu respuesta.
Muchas gracias Gloria, me alegra que te hayas inspirado con el artículo, y por supuesto puedes usarlo para reflexionar lo que creas oportuno en tu plataforma.
¡Un saludo!
hola me gustaría leer lo que tu escribes como hago para leerlo
No me soporta
Cada vez me parezco más a mi madre, le controlo, no le dejo hacer nada, todo me molesta
No soporta que nadie le controle.
Yo tampoco!!!!!!!!
Y si me voy sin dejar rastro?
No creo que nadie me eche en falta …
Sí… mi perro Odín
Pobrecito.
La vida pasa y deja su huella por la arena de estas playas tan inmensas, tal libres. Libres como la vida misma, la vida que tú quieres vivir, sin presiones, sin agobios sin límites. Hoy es un día triste, igual mañana con el sol del amanecer es distinto pero hoy me siento morir atrapada en mis propias redes. Y para qué?
Para que?
Para nada. Vivir es morir
Teniendo miedo de la muerte entregamos la libertad de la vida.
Buena recomendación de la Caro, recuerdo que «Un Hombre Soltero» me pareció una delicatessen. De hecho se me acaba de ocurrir hacerle un segundo visionado. Tengo mono de cine bueno.
Y buena reflexión la tuya. Eso de permitirnos el lujo de despreciar milagros no resulta sensato, ni honrado, pero creo que es porque no nos han enseñado a hacerlo. En nuestra mano está (yo estoy en ello), eso de cambiar la enmarañada tela de pensamientos que nos auto destruyen cada día un poco.
«alcanzar cuanto antes esa paz interior que me permita vivir lo que me resta en plenitud y serenidad, lo cual implica por cierto, que aún no lo he conseguido.»
Estamos en ello, en el proceso, en el meollo de reconstrucción, que es mejor que ni haberse dado cuenta de ello. Los hay que creen que es normal eso de vivir no queriéndose, yo lo he hecho hasta ahora y los resultados fueron desastrosos.
Nunca es tarde y la dicha es muy buena.
En la enmarañada y a veces incluso desquiciada tela de pensamientos está la clave Serena. No resulta fácil encauzar y dar coherencia a todo lo que puede llegar a pasar por nuestras privilegiadas cabecitas, pero no nos queda más remedio que intentarlo si queremos disfrutar realmente del regalo de la vida.
Nunca es tarde, y siempre es temprano.
Muchas gracias por pasarte.
Un saludo.
En la aceptación de nuestra mortalidad, está el disfrutar de la vida. Es la única que tenemos, aprovechémosla. Sublime, gracias por hacerme pensar.
Gracias a ti por aceptar y dar sentido y propósito a la lectura 🙂
Ya te lo había dicho desde que leí el título que no estaba de acuerdo, porque para mí la vida es mucho más que está que estoy viviendo actualmente. Yo SI CREO en otras vidas, sí creo que fui yo la que eligió qué padres quería y la vida que quería llevar desde que estaba en ese lugar que el señor del video muy bien explica cuando dice: «…Inevitable regreso a ese estado previo del que la inmensa mayoría jamás escapó». Creo que elegí lo que quería vivir en esta encarnación y los tropiezos y las malas decisiones que he tomado (así como las buenas) eran pruebas que yo quería vivir porque de ellas he de aprender algo y eso sirve para mi propia evolución.
Creo que hay otras vidas, hay otras dimensiones, hay otros momentos para seguir evolucionando. No creo que las cosas que he vivido y aprendido «dejarán de ser importantes cuando esté muerto» (como dices) por el contrario serán aún más importantes cuando estés muerto.
Por eso no le tengo miedo a la muerte, porque sé que cuando llegue el momento es porque estoy lista para seguir. Por eso no me da miedo que se mueran mis familiares, ni personas queridas, porque ellas están aquí para aprender y enseñar algo y al igual que yo se irán cuando tengan que irse. Es la vida, y la muerte es solamente un paso más para seguir viviendo.
Ahí tienes mi opinión. Estoy algo chalada, lo sé, pero eso es lo que yo creo, un abrazo 🙂
Cada cual tiene sus creencias Diana, cosa que me parece muy respetable las compartamos o no.
Para mí lo más importante es que esas creencias nos ayuden en pos de nuestros objetivos, que pueden ser muy distintos, aunque todos suelen converger en llevar una vida lo más satisfactoria posible, y enfocados en esto cada uno adopta lo que considera mejor.
Mi posición dista bastante de la tuya, pero ni creo que tú estes chalada, ni yo tampoco creo estarlo, simplemente racionalizamos la vida (y la muerte) de forma diferente.
Un abrazo.
Exactamente…!!!! Estas muy clara y dudo mucho que estés equivocada. Estoy de acuerdo con tu reflexión.
La frase que titula el post revela ciertas cosas interesantes. Nacemos y vivimos «para». Y es que el ser humano es muchas veces dependiente de un sentido que justifique su existencia. Y muchas veces buscamos tres pies al gato cuando la escena es mucho más simple. El «para» sobra y se podría sustituir por un «porque» y rehacer la frase: Vivimos porque nacemos y morimos porque vivimos.
Nuestro deambular vital es marcado por un origen y un final del que normalmente no somos artífices. Venimos al mundo, no con un pan bajo el brazo sino con una sentencia de muerte.
Tres, cinco, siete o cien pies buscamos Pako. La conciencia y la consciencia que poseemos es lo que nos lleva por ahí, a una necesidad de comprender y buscando sentido a todo: quizá es nuestra mayor virtud y al mismo tiempo convertirse en nuestra peor condena. La frase que propones es sencilla y clara, efecto y causa, pero hoy día pocos están en disposición de aceptarla sin un para.
A veces me hago esa pregunta ¿El para qué nacemos si al final estamos inexorablemente ligados a una muerte segura? Muchos responden cosas triviales (a mi juicio) como «para disfrutar con tus seres queridos», «para disfrutar la vida», «para poder vivir experiencias y conocer el mundo», etc., etc., cosas que al final a mi me resultan banales, pues esos momentos sólo son registros percibidos por nuestra percepción de nuestros sentidos, sería como si nos arrancaran de tajo la memoria y al final en nuestro lecho de muerte sólo supiéramos que vamos a morir y que bajo ese argumento está un «no recuerdo lo que viví, sólo se que moriré», ¿Seguiría teniendo sentido el decir que vivimos para disfrutar las cosas? Realmente qué disfrutamos, cuando en realidad es de todo un poco, a veces más de todo que poco, pues unos se la pasan sufriendo una enfermedad que irónicamente los aferra más a la vida, otros lo tienen todo y a la vez nada, ninguna razón para vivir. Llego a la conclusión que todo esto tiene que ver con el ego humano y también con ese lado animal irremediablemente imborrable del instinto de superviviencia, casi como si se tratase de una ligadura que jamás desaparecerá y es prueba fehaciente de nuestra relación con nuestro pasado «animal». Al final lo que nos hace diferentes a los animales es la voluntad y es ahí cuando entra en juego nuestro sentido quizá, nacer para vivir y vivir para morir, no tenemos elección como tal ante eso pero tenemos la voluntad de decidir si decidimos adelantarnos a ese destino inevitable o sólo lo esperamos con aceptación o con la amargura de evitar pensar en ello, con miedo y angustia o bien con evasión, diciéndonos a nosotros mismos «que la vida es bella y es lo único que importa».
Lo que nos hace diferentes al resto de especies es todo aquello que nos conduce a tener la capacidad de tomar decisiones, y de elegir. Aunque no podemos elegir nacer, sí que podemos elegir seguir viviendo con nuestras circunstancias, o morir. Ni la vida es bella, ni es fea, ni es buena, ni es mala, todos estos son conceptos humanos morales y subjetivos, la vida simplemente es, y sólo nosotros elegimos si merece la pena vivirla.
io real si nacemos es por algo es cumplir algo en la vida un destino y ser feliz
No creo en un destino, ni en ninguna razón por la que hayamos nacido. Estamos vivos, sin más (y sin menos).
YO NO PEDI QUE ME TRAJERAN A ESTE MUNDO O VIDA, TAMPOCO QUE ME LLEVEN CUANDO QUIERAN… ME SIENTO COMO UNA «MARIONETA»…NI ME PIDIERON PERMISO PARA TRAERME NI ME PEDIRAN PARA LLEVARME …QUE PUEDO PENSAR DE ESTA PUTA VIDA TRAICIONERA…?LO UNICO QUE ME CONSUELA ALGO ES QUE NO ESTOY SOLO EN ESTE PUTO DILEMA…BUENO, AFRONTEMOS ESTA VIDA LO MEJOR QUE PODAMOS… Y LA UNICA COSA BUENA QUE LE VEO A LA MUERTE ES QUE ES LA UNICA «JUSTICIERA» QUE POR MUCHO BIENES Y DINERO QUE TENGAMOS Y MAS ACOSTA DEL SUFRIMIENTO Y EL DOLOR DE LOS DEMAS…AL FINAL ELLOS TAMBIEN MUEREN Y NO SE LO PODRAN LLEVAR EN LA CAJA DE PINO O LO QUE SEA…Y A ESTO SI ME PERMITIR YO LE LLAMO,»LA MUERTE JUSTICIERA»… Y NO ME DIGAIS QUE NO SOY OPTIMISTA , QUE ASTA A LA MUERTE LE SACO EL LADO POSITIVO…BUENO UN GRAN SALUDO DE CORAZON
La vida es vida, y se vive.
La muerte es muerte, y solo quién vive se muere.
Lo que hacemos los humanos es buscar razones y justificaciones para dos procesos que no las necesitan.
Un abrazo Genaro.
Muy bien dicho genaro es la pura realidad eso que dices
Precisamente amigo , nacemos sin poder impedirlo y debemos vivir segun las circunstancias , mas debemos morir iremedablemente, mientras tanto NO digas que injusta es la vida mas bien di que cruel es la humanidad.
Esa es la cuestion SER O NO SER ( SAKESPEARE)
Gran filosofía…yo he llegado a la conclusión de que las dos emociones básicas que nos mueven a actuar son: amor y miedo, pero es que están muy interrelacionadas con placer y dolor..
Así es John (bonito apodo te has pillado 😉 ) . Amor y miedo son causa y efecto de placer y dolor, y no siempre de forma respectiva, sino que también se sufre por amor y se disfruta del miedo.
Un saludo!
Hola Juan, con perdón hay algo que no me gusta de tus comentarios. Se trata del hecho de que según tus análisis personales sobre cuestiones tan profundas como la vida y la muerte, llegues a convencerte tan firmemente de que «el sentido de la vida es aceptar la muerte»… Yo no la acepto! Por ejemplo, que hay árboles como la secuoya que puede vivir miles de años o una simple esponja de mar puede vivir más de mil quinientos años. Para qué hemos sido dotados de un cerebro con tanta capacidad para sólo usarlo un siglo en el mejor de los casos? Hay algo que no encaja, no te parece?… Yo ya he encontrado el sentido de la vida pero como tu tienes las cosas tan claras y no dejas abierta la posibilidad a nada más pues hasta ahí puedo leer… Un saludo!
De lo que hablo en este artículo Viper, es de que vivir la vida desde el temor hacia la muerte nos limita a la hora de disfrutarla, y de ahí la frase final, que no es ninguna sentencia, sino más bien una ‘pista’ de como perseguir una existencia más plena.
Cada cual es libre de vivir a su manera, y de perseguir su felicidad con sus herramientas.
Y en cuanto al cerebro, pues quizá sea gracias a él y sus capacidades que en un futuro no muy lejano podamos encontrar la forma de vivir cientos o miles de años… y hasta ahí puedo leer.
Un saludo!
Disculpa pero me gusta hablar sin rodeos. Eres de los que le gusta decir la última palabra. Cuanto más te leo más falta de humildad veo. Quieres dar la impresión de que éstas de vuelta de todo. Muy sobradito… Alguna vez das la razón a alguien? Realmente existe alguien que pueda enseñarte algo? (Es una pregunta retórica)
Me gusto mucho tu articulo, me ha tocado verle la cara a la muerte y te juro que lo unico que pense fue: «Nada es tan importante». De alguna forma siento que me obsesione con ese pensamiento, puesto que me sentí tan libre, alejado de todo apego banal que solo nos ata a un sufrimiento ridiculo. Podemos ser las personas más desgraciadas o felices del mundo, pero al final solo debes dejarte ir.. y eso es todo! eso es la vida.
Un saludo
Me alegra que te haya gustado y muchas gracias por aportar tu experiencia Escuchactiva.
Enfrentarse ‘de cara’ con la muerte, ya sea la propia o la de personas muy cercanas, suele suponer un punto de inflexión y, en general, servirnos para evolucionar y mejorar como seres humanos.
Nos ayuda a relativizar y a tomar otra perspectiva acerca de lo que nos sucede, y sobretodo acerca de nuestra actitud ante lo que nos sucede, que es lo que más nos influye a la hora de vivir.
Un saludo.
Juan.,!!!! Excelente un abrazo… Gracias…!!!! De verdad eres una luz y un aliciente. Te felicitó.
Mi colaboracion sobre para que vivimos se resume en una frase que acuñe , habiendo reflexionado desde mi adolescencia y teniendo como base para esa reflexion los hechos y las personas que me rodeaban en la sociedad en la que he vivido. En estos momentos cuento con ochenta años ,derecho adquirido para poder emitir una una frase : NACEMOS SI PODER IMPEDIRLO, VIVIMOSDE ACUERDO A LAS CIRCUNSTANCIAS Y TENEMOS UN TIEMPO NO PRECISADO DE VIDA QUE NO SOBRE PASA CASI SIEMPRE DE LOS CIEN AÑOS. Ante esa mi conviccion , pienso que si el humano se pregunta que debe hacer entre un nacimiento y una muerte …..solo debe ser una buena persona con los demas , para que los demas lo sean con uno.
«No veo un mejor sentido para la vida que aprender a aceptar la muerte».
Y esa es la frase que, cual eco, se queda en mi cabeza y en absoluto me provoca angustia.
Una frase para un sentido que es todo un desafío.
Y el que no sientas angustia me parece un genial comienzo.
He sufrido tanto desde mi infancia y visto sufrir muchos en todas las edades, que ya he perdido un poco el miedo a la muerte.-
Me parecía injusta la muerte a hoy quiero creer que es donde se acaba el sufrimiento.
Hay ocasiones en que digo una otra vez porque? sin respuesta, siento que ya no puedo mas y mis ojos empiezan a gotear.
Que impotencia… que dolor… es ver sufrir a muchos inocentes.
La muerte puede verse como la forma en que acaba el sufrimiento, o también como el estímulo que nos impulsa a cambiar una vida en la que sufrimos ya que nos dice que nuestro tiempo es muy limitado, y solo tenemos una oportunidad.
Yo escojo lo segundo Fanny.
Un abrazo.
Bueno,no me gustaría para nada vivir eternamente en este mundo injusto y cruel, así q bienvenida muerte cuando me tomes de la mano! Partiremos juntas a lo desconocido ???
Me gusta mucho tu forma de pensar Juan…muy positivo y obviamente hay q aceptar lo inevitable ,si es con alegría mucho mejor!!
Mas que positivo yo diría que trato de ser objetivo Alí, cosa harto difícil si tenemos en cuenta la subjetividad innata al ser humano. Y por cierto que aceptar y reconocer nuestra naturaleza forma parte del camino.
Un saludo.
Bueno yo creo que el ser por llamarlo de algún modos al creador,el mundo lo formó de átomos, a nosotros nos a dado un cuerpo en el cual a introducido un alma,cuando llegue nuestro día de morir,nuestro cuerpo se desintegrara y los átomos se dispersaran para forma otra cosa,pero nuestra alma no se donde irá,espero que algún día podamos descubrir toda la película,no creo que estemos aquí para nada seria una estupidez.
Tristemente esa es la realidad, un chiste de mal gusto. Pero aún así se le puede dar un sentido, ánimo
Hola Juan:
Me ha gustado tu reflexión; coincido con ella. Tengo 52 años y me he pasado toda mi vida buscando respuestas respecto a muchos aspectos de mi vida y de la vida en general.
He buscado respuestas en todas las ideologías religiosas y filosóficas, y la verdad, es que me da la sensación de que no sé absolutamente nada; cuanto más indago en determinadas cuestiones trascendentales más perdido me siento. Tal vez, lo que más nos hace sufrir en esta vida, es ser conscientes de la realidad y de la vida en sí misma; porque buscamos respuestas a cuestiones que pueden ser enfocadas desde multitud de perspectivas y eso provoca un vacío por la disparidad de posibles soluciones.
Resumiendo todo, la expresión más lógica que puedo decir es la siguiente: » No sé si he nacido, no sé si vivo o he vivido, ni siquiera sé si voy a morir, lo único que puedo decir sobre mí es que SOY; lo demás sobra».
Hola José Antonio. Te dejo una reflexión que he compartido hace poco en mi página de facebook Zona de cambio, y que creo que me viene perfecta para responder a tu comentario:
«En las sociedades occidentales no pasamos por una crisis material, tenemos todas las porquerías materiales que nos da la gana, pasamos por una crisis existencial, de valores.
Tenemos a nuestra disposición tantas posesiones banales, y tantas oportunidades, que ya no sabemos distinguir qué es lo que de verdad vale la pena, y qué es lo que debería importarnos una mierda.
Y lo más gracioso de todo es que cuanto más perseguimos sentirnos bien todo el tiempo, más insatisfechos estamos.
Perseguir algo solo refuerza el hecho de que careces de ello.
Nunca serás feliz si pretendes descifrar en qué consiste la felicidad.
Y tampoco vivirás si siempre estás buscando el significado de la vida.
Dicho de una manera sencilla…
No lo intentes.»
¡Un saludo!
Amigo Juan, si me permites la confianza: Gracias por responder. Como dices en tu comentario anterior: «Perseguir algo solo refuerza el hecho de que careces de ello.
Nunca serás feliz si pretendes descifrar en qué consiste la felicidad.
Y tampoco vivirás si siempre estás buscando el significado de la vida.
Dicho de una manera sencilla…
No lo intentes.” Lo siento, pero no te voy a hacer caso; si fuera así sería como mi conejo que solo vive para comer y cagar. Y la verdad, no me gusta tener la sensación de ser un conejo o simplemente un trozo de carne con ojos. Prefiero llegar al final de mi vida con las botas puestas. Seguiré, seguiré y seguiré; pués al final, aunque solo me quedé mi vida, será más que suficiente. Un abrazo.
Una pregunta es «¿Por qué has de temer a la muerte?» Antes de nacer no existías, y después de morir, el mundo seguirá existiendo sin necesidad de ti. Cuando la muerte está, tú ya no eres.
Muy de acuerdo Guillermo, aunque yo diría: ‘cuando la muerte llega, tú dejas de ser’. Por eso siempre defiendo que los entierros, homenajes… etc son para los vivos, no para los muertos, ya que estos últimos ya han dejado de existir.
Un saludo.
“Nacemos para vivir y vivimos para morir». No creo que el sentido de la vida sea solamente aceptar la muerte tal y como es, pero es algo que no podemos evitar, ya que es parte de la vida. Uno de los motivos por el que tememos a la muerte es por que no sabemos qué pasará. Dicen que la muerte es un «mecanismo de defensa». Dentro de muchos años podría ocurrir algo que acabara con la Tierra, pero nosotros no estaríamos presentes para verlo. No hay por qué temer a la muerte. «Mientras vives, la muerte no está, y cuando la muerte está, tú has dejado de existir». Sería muy aburrido ser inmortal. Es bueno recordar que no vamos a vivir para siempre.
No creo que el sentido de la vida sea solamente aceptar la muerte. Es algo que no podemos evitar, ya que forma parte de la vida. La reflexión de «nacemos para vivir y vivimos para morir» no me convence. Pensar que el sentido de la vida es tener que aceptar morir es, en mi opinión, algo ridículo. Hay gente que define la muerte con otras palabras más suaves: «morir no es malo».
Cuando digo que no veo un mejor sentido para la vida que aceptar la muerte eso lleva implícito el mensaje de que, para mí por supuesto, la vida no tiene ningún sentido. La muerte supone la extinción individual, con lo cual lo mejor es aceptarlo y vivir sin más pretensiones.
¿Por qué piensas eso: «Nacer para vivir y vivir para morir»? Es absurdo temer a la muerte, no hay razones para tener miedo. Aunque sea algo inevitable, podemos superar el miedo. ¿Sabes una cosa? Hay gente que vive su vida al máximo y se olvida de morir, aunque algún día le llegue su hora. Todos morimos por el hecho de ser seres vivos, pero no hay razones para pensar en la muerte o agobiarse, aunque es normal pensar en ello. «No temas a la muerte, sino a la vida no vivida». ¿Por qué hay que temer a la muerte, si mientras eres, la muerte no está, y cuando ella no está, tú dejas de ser»? No veo ninguna razón para temer a la muerte, aunque sea inevitable. No sientes nada ni antes de nacer ni después de muerto. Eso es lo bueno: que no sientes dolor.
El dolor es un factor intrínseco a la naturaleza humana, el físico y el psicológico, y es precisamente nuestra capacidad racional y de conciencia propia la que nos aboca al cuestionamiento, a las contradicciones, a la incomprensión y al sufrimiento.
Temer a la muerte forma parte de nuestro proceso de conciencia, y buscar un sentido para la vida, un propósito, una realización, forma parte de nuestras derivadas ansias de trascender, de buscar un ‘algo más’ ya que una vida simple no puede ser todo.
Ese es el error y he ahí la tragedia, no sabemos vivir, y debemos aprender y aceptar que vivir lo es todo y desaparecer resulta inevitable.
Me pareció´ hermoso tu comentario, pero creo que lo único feo de la muerte común, por más que no sea «dolorosa», son los últimos momentos de conciencia, al saber que todo terminará, esos últimos momentos en su mayoría debe sentirse una desesperación, angustia e impotencia inimaginable que compadezco a todo el que la haya sufrido, sólo unos pocos creo yo, han tenido de seguro el temple y la valentía para aceptarla y encararla de frente en sus últimos momentos a sabiendas de todo lo que implica morir, implica eso, el fin de «todo». Y aunque ellos no estén más para saberlo, no saben el respeto que les tengo y como quisiera ser como ellos jaj, saludos
Y sin embargo ese es el secreto para poder llevar una vida mentalmente sana, nada que ver con un sentido o un propósito, sino más bien con la aceptación de su naturaleza limitada y finita, y con la motivación de que merece ser vivida simplemente por el hecho de poder sentirla.
Son precisamente aquellos que rechazan la naturaleza intrínseca de la vida, y que buscan ‘más allá’ otras dimensiones y otras realidades, los que sufren de más contradicciones y conflictos internos condicionados por el miedo y la superstición, y son de esta manera los que menos preparados estarán para enfrentarse a su final.
Esta es mi visión.
Un saludo.