Puedes relajarte, no voy a hablarte de vulgar mierda ni de ningún otro tema que te pueda resultar escatológico aunque, de querer que lo haga, no te olvides de mencionarlo en los comentarios, estoy abierto (y con los pantalones bajados) a tus sugerencias.
De lo único que voy a hablarte hoy es de aprender de la adversidad y de ‘caquitas mentales’, sí, de esas que no se huelen con la nariz, pero son incluso tan pestilentes y abundantes como las otras, por lo que si no te sientes preparad@ para soportarlo, mejor lo dejas aquí y te dedicas a otra cosa.
El estoicismo es una corriente filosófica que nació hace ya más de dos mil años (allá por el 300 antes de Cristo) y que tiene cómo máximos representantes a figuras como Séneca, Epicteto, o el emperador romano Marco Aurelio (sí, el de la peli de Gladiator).
Una filosofía que me gusta mucho porque promueve el autoconocimiento como el mejor camino para avanzar en el crecimiento personal, cultivando los aspectos más esenciales del ser humano que para ellos son: la salud, el bienestar, la felicidad y la plenitud.
Según el estoicismo nada de lo que nos sucede en la vida es justo o injusto sino que es necesario, y debemos empezar por aceptarlo sin hacer juicios morales subjetivos, y por asumirlo como parte de nuestro camino de aprendizaje, que es ni más ni menos que ese que nos conducirá a conquistar la mejor versión de nosotros mismos.
Solamente así podremos desarrollar la sabiduría (para elegir siempre el bien), la ética (para dar lo mejor de nosotros mismos), y la virtud (para saber cómo hacerlo).
La sabiduría es la única medicina que cura las enfermedades del alma. Séneca.
El objetivo es que, por medio de un camino de autoconocimiento y de entrenamiento de nuestras capacidades, cultivemos las cualidades y fortalezas propias de nuestro carácter, desarrollando así todo nuestro potencial.
Para los estoicos (de los que me declaro seguidor con pantalones o sin ellos) la vida no está gobernada por la suerte, el azar, las coincidencias ni las casualidades, sino que está regida por la ley de causa y efecto, esa por la que siempre terminamos recogiendo aquello que sembramos, eliminando así cualquier posibilidad de caer en las garras del inútil y peligroso victimismo.
Concededme la serenidad para aceptar aquello que no puedo cambiar, el valor para cambiar lo que sí puedo, y la sabiduría para establecer la diferencia.
Promulgaban.
Y durante el trayecto vital son nuestros errores y defectos la brújula que nos indica la dirección que debemos seguir porque, aunque nos resulte difícil aprender a observarlos, y aún más jodido aprender a aceptarlos, es en el momento en que comprendemos y asumimos una de nuestras carencias que se convierte en una de nuestras principales fortalezas.
Algo que no tengo la menor duda de que a nuestro ego no le gustará ni medio pelo (un pelo entero ya sería demasiado decir) y que, en lenguaje coloquial, yo denomino como una auténtica bajada de pantalones ¿o a qué creías tú que venía el título?
Aprender De La Adversidad
La religión es para quienes tienen miedo de ir al infierno, la espiritualidad es para quienes ya han estado allí. Proverbio Sioux.
Como molan estos Sioux carajo, pero sigamos con las caquitas el asunto.
Uno de los lemas estoicos podría resumirse en que, cuanto mayor sea tu tormento mayor será tu gloria (si consigues aprender de él claro).
Y el mismo Séneca, auténtico rey del mambo en eso de lidiar con las desgracias y el dolor (asmático y tuberculoso, fue condenado a muerte tres veces, y al final murió desangrado, envenenado y asfixiado, todo a la vez), defendía que…
Vivir siempre en la comodidad y pasar sin una pena en el alma, es ignorar la otra mitad de la naturaleza.
Estoy seguro de que has escuchado alguna vez la expresión «aguantar como un estoico» ¿no es cierto? (los que hablan de aguantar como un jabato son unos mindundis, y no se enteran de que eso no es más que un jabalí pequeñajo y berreón).
Todo esto implica que la clave de nuestro crecimiento personal radica en aprender de la adversidad, esencialmente porque, aunque nos lo parezca o no lo queramos ver, las dificultades que se nos presentan en la vida no son ni injustas ni un castigo, sino muy necesarias ya que representan una magnífica oportunidad de descubrir y fortalecer todas nuestras virtudes.
Todos los seres (y saras) humanos tenemos un gran potencial dentro de nosotros que podemos cultivar, y que está íntimamente relacionado con nuestra capacidad de desarrollo personal y de crecimiento espiritual.
Pero para evolucionar en este sentido, necesitamos dejar de darnos por la retaguardia, y empezar a remar en la dirección adecuada en busca de la serenidad interior, aprendiendo de esta forma a estar en paz con nosotros mismos, e impulsando desde esta base el mismo bienestar en los demás.
Tres Píldoras Espirituales
Para alcanzar esta serenidad que nos servirá de asiento permitiéndonos crecer y desarrollar todas nuestras capacidades, no cabe otro comienzo que bajarnos los pantalones tragándonos nuestro orgullo, reconocer todas nuestras mierdas y miserias, y aceptar todas nuestras limitaciones, y te aseguro que habrá cosas que van a oler oler jodidamente mal.
Yo solo sé que no se nada decía el filósofo griego Sócrates.
La estrategia a seguir consiste en ingerir, o meternos en vena, o directamente por donde nos quepan (al gusto de cada cual) tres medicamentos espirituales en forma de píldoras, que contienen cada una de ellas una serie de principios activos sanadores de las enfermedades del alma.
Y estas píldoras tan molonas a las que les he puesto coloretes consisten en:
Que nos enseñará a relacionarnos con nosotros mismos y a ocuparnos de nuestros propios asuntos, que son los más importantes porque son los únicos que dependen de nuestra voluntad, y además los únicos que podemos controlar y cambiar para tratar de ser felices.
Esta pastilla nos ayudará a descubrir que ser felices solamente está en nuestras manos (y pies), porque el único obstáculo que nos separa de la felicidad somos nosotros mismos, e incluye principios activos como el autoconocimiento, la honestidad, la humildad y la consciencia.
Que nos enseñará a relacionarnos con las personas de nuestro entorno social (familia, amigos, compañeros de trabajo y de cama, la dómina, Christian Grey), empezando por dejar de juzgarlos aprendiendo a respetar sus asuntos y su forma de vivir, y siguiendo por dedicar tiempo a tratar de comprenderlos, en vez de estar a cada momento intentando cambiarlos para que sean como a nosotros nos gustaría que fueran.
Esta pastilla nos descubrirá que no vemos a los demás como son, sino que vemos a los demás como somos nosotros, e incluye principios activos como la proactividad, la compasión, el desapego y la asertividad.
Que nos enseñará a relacionarnos con los duros acontecimientos y las jodidas circunstancias de nuestra vida, empezando por dejar de emitir juicios morales sobre lo que nos sucede, y sobre lo que sucede en el mundo, y siguiendo por aceptarlos tal y como se producen.
Esta pastilla nos descubrirá que la mejor forma que existe de fomentar nuestro desarrollo personal y espiritual consiste en amar la vida tal y como es, aprovechando todas las situaciones y hasta las circunstancias más chungas, como una oportunidad de evolución y desarrollo, una oportunidad de dar lo mejor de nosotros mismos, y de alcanzar nuestra mejor versión. Y contiene principios activos como la evolución, la coherencia, el agradecimiento y la confianza.
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Tú eliges si abres esa preciosa boquita para tragártelas o te las voy buscando en formato supositorio, que nunca se debe presuponer las preferencias de alguien, aunque en realidad lo más eficaz va a ser que sigas visitando este genial blog regularmente con todo abierto (mente incluida), porque desmenuzaré pormenorizadamente la composición de las tres píldoritas en próximos artículos.
O aún mejor, puedes decirme tu dirección de email y suscribirte a la lista de correo, y yo me encargo de enviarte las publicaciones recién salidas del horno a tu bandeja de entrada, e incluso puede que alguna que otra proposición indecente 🙂
¡A que molo!
[Foto de portada: con los pantalones abajo]
Hola Juan,
Me ha gustado mucho esta receta estoica que nos propones y el tratamiento me parece más que oportuno, para disfrutar la vida de forma plena y sin tonterías, sin excusas. Está claro que los contratiempos nos enseñan mucho y por eso es bueno salir de «nuestro territorio de confort» y probarnos a nosotros mismos. De todo lo malo, se saca algo bueno si lo sabes mirar con los ojos que debes. Aunque estoy de acuerdo con los estoicos «recoges lo que siembras», también creo en las casualidades y el destino; hay veces que pasan cosas inesperadas y siempre pasan por algo, al final, siempre acaban teniendo sentido. Así que, personalmente, añadiría una pizca de casualidad o suerte a las tres pildoras que nos recetas. Gracias por compartir estas #recetasdevida.
Saludicos,
Raquel
Hola Raquel,
Los Estoicos defienden la causalidad y no la casualidad porque creen que el universo está regido por unas determinadas leyes (que ellos dicen perfectas) que hacen que nada suceda por azar, sino que lo que sucede es la consecuencia de una causa. Si te das cuenta, no por ser inesperadas las cosas son casuales, lo que pasa es que no somos capaces de averiguar qué las ha causado, o por qué nos han sucedido a nosotros, pero eso es otro tema. En este sentido te recomiendo que leas mi artículo esclavos de la causalidad, donde analizo más en profundidad este asunto tan interesante.
Muchas gracias por pasarte y aportar tu punto de vista.
Saludicos!
Molas mil!!! Tu culo está de más, tu culo está de más…por muy guapo que seas tu culo está detrás <3
https://www.youtube.com/watch?v=tmb6h3D-xP4
No encontré el video del Principe de Bel air con la canción…pero te dejo esto jajaja
Y copio la receta porque de verdad que ando bajita, bajita de moral…
Chuuuu!!!
Mi culo está detrás y es lo más jajajaja, ya te vale, y mira que los gatos me gustan y tienen la lengua rasposa, pero este se lleva la palma! 🙂
Copia la receta, prepáratela con mimo, y degústala con calma y a conciencia, seguro te sentará bien. Ah, y tranqui que seguiré hablando de estos temas, a ver si entre todos nos vamos aclarando la mente y renovando el alma.
Besooo!!
¡Buena receta!
Me apunto a la medicina del alma!
Principios activos beneficiosos todos ellos, sin más efectos secundarios que el crecimiento espiritual y La Paz interior
;))
Seguro que este vademécum en vez de ser rojo, es dorado o esta rodeado de luz.
¡Estas desatado Juan! Jajajsjsjs
¿Te hacemos un club de fans? A ver si nos vas a tener ahora a todas pidiendo turno y viajando a Galicia jajajsjsjs
Un beso
Silvia
Genial Silvia!!
Además lo bueno de estas medicinas es que no hay que comprarlas porque ¡las fabricamos nosotros mismos!, e incluso podemos administrarnos las dosis al gusto de cada cual 🙂
Y mira si estoy desatado que se me caen hasta los pantalones (más bien me los bajo yo jeje). Y nada de fans, lo que yo busco son compañeros y compañeras de viaje a los que enseñar, de los que aprender, y con los que disfrutar ¿Te apuntas?
Beso!
Sí molas sí, de hecho he decidido suscribirme y todo 😀
En serio, yo también estoy muy con los estoicos y su filosofía, porque la vida es un puzzle de experiencias, buenas y malas, y pretender lo contrario es tan sólo ridículo.
La diferencia está en cómo enfrentamos la vida y saber aceptar lo que nos pasa.
Os dejo un vídeo que hice el año pasado en relación a esto de la aceptación: https://www.youtube.com/watch?v=eKefOEBFhIA
Gracias Juan por la receta, permaneceré atento a lo que viene.
Saludos desde Estambul!
Pues muchas gracias a ti Álvaro, y encantado de que te hayas suscrito y de poder hacerte llegar a tu buzón las más y mejores de mis rayaduras (proposiciones incluidas 🙂 ).
Espero que sean de tu agrado, y muy buen y simpático vídeo por cierto.
Saludos desde Lugo!
Gracias por la aclaración y como me quedé un tanto dudosa, leeré con calma tu post sobre esclavos de la casualidad 🙂 Saludicos y seguiré alerta a tus post!
Raquel
Ca-u-salidad 🙂
¡Hola!
Aceptación, fortaleza y aprendizaje, muy buena manera de tomar al toro por los cuernos en la vida, bien por dejarlas en claro creo que a veces las olvidamos, y de las píldoras ni que decir me han encantado simplemente las tomo 🙂
estaré muy al pendiente de lo que sigue.
Saludos 😀
Hola Isabel!
En próximos artículos seguiré desgranando los principios activos de las píldoras con mayor profundidad, y además yo seré el primero en tomármelas, que buena falta me hace.
Espero que el tratamiento nos funcione!
Saludos!
O mi caracter introspectivo está en esos días y los post me calan hasta los huesecillos o escribiste estos tres últimos artículos (también el leído el mayor obstáculo para ser feliz eres tú mismo) orientándolos como la trilogía básica para acabar del todo con la pereza, digo el agotamiento, y el inicio de la búsqueda de la calma interior.
Bravo Juan. Queda muy clarito.
Refuerzo el mensaje para confirmar que la mejor manera de tomar decisiones, y de tomarse la vida en general, es encontrar esta paz interna. Solo desde esa tranquilidad uno se encuentra preparado para lo que venga y curiosamente, al fluir con la vida sin juzgarla y aceptando las cosas como llegan, los obstáculos se disipan.
Me parece fabuloso cuando dices que ya está bien de «darnos por la retaguardia» para empezar a encontrar la serenidad interior. Dejar de hacer eso y dejar de cubrírnosla también, porque la mente que es muy lista, a veces busca atajos para no sufrir ofreciendo alternativas que nos incomoden pero que en el fondo solo sirven, y lo sabemos, para cambiar una zona de confort antigua por una nueva… ojo que pasa, doy fe, jajajaja.
Tomo nota y no me salto ningún paso:
Primero, las miserias, las cacas, las limitaciones y tragarnos el orgullo. Luego, acercarse a la farmacia del alma a por las pastillas recetadas por el Doctor Núñez. En mi caso concreto, refuerzo de una por la mañana y otra antes de dormir, para duplicar los principios activos del autoconocimiento, el desapego y el agradecimiento.
Supongo que escribí estos artículos en un momento de ‘claridad’ en el que yo mismo necesitaba (y sigo necesitando) rumiar y poner en práctica todos sus principios. Poner todas estas ideas y filosofía de vida por escrito me ayuda mucho a interiorizarla y a tenerla bien presente, y por supuesto también me facilita el poder ponerla en práctica (igual que repasarla de vez en cuando gracias a tus comentarios 😉 ).
Y de nuevo la paz interior, ese gran y escurridizo secreto para ser feliz, un tema que precisamente y por ca-u-salidad he vuelto a tocar en mi último artículo ‘No pierdas el tiempo, tan solo hay una forma de que puedas ser feliz‘.
La mente es una herramienta increíble pero también un enemigo terrible, y como bien dices Ana, solamente a través de la consciencia y la serenidad podemos combatir sus trucos y argucias que nos anclan a la insatisfacción. Y el Doctor Núñez ha de empezar por aplicarse sus propias recetas si quiere ser el ejemplo que quiere ver en el mundo.
Seguimos trabajando y agradeciendo encontrar tan maravillosos compañeros de viaje como lo eres tú.
completamente identificado aunque me disculpo pues ser simple es muy dificil segun carl jung