Seguro que alguna vez has visto desfilar por tu vida una sucesión de malas experiencias circulando por una especie de espiral con forma de galaxia de Andrómeda. Un cúmulo de circunstancias que nos gusta bautizar como un día de mierda. Pues ponte cómodo/a que la noche puede ser larga.
Un día de mierda
Abres lentamente un ojo, luego el otro, y simultáneamente empiezas a notar una sensación de inquietud. Miras el despertador y descubres que no ha sonado, que han pasado ya 20 minutos de la hora que habías fijado, y que eso implica que es muy probable que llegues tarde al trabajo.
Sobresaltado, te levantas brúscamente de la cama, y al ir medio a trompicones hacia el baño te golpeas el dedo gordo del pie con el marco de la puerta: ¡ouch, eso duele!
A la cafetera le ha dado por no funcionar, y el coche, para solidarizarse, no enciende, con lo que sales de casa a toda prisa hacia la parada de autobús, pero te cruzas con un ciclista que casi te atropella y al momento ves como el bus pasa de largo, con lo que has de esperar al siguiente.
Llegas a la oficina tarde y te topas con un letrero de «ascensor averiado», toca subir las escaleras hasta el séptimo pensando en que hoy deben haberse alineado hasta los putos agujeros negros en tu contra.
Las trabas, inconvenientes y dificultades, se siguen sucediendo durante todo el día, y por la tarde recibes un whatssapp de la chica con la que tenías una cita, que te dice que no le apetece quedar hoy porque no se siente segura de lo que siente.
Y por la noche, cuando te derrumbas agotado en la cama, descubres como un araña de dimensiones bíblicas apoyada en la pared parece reírse en tu cara de tu miserable vida, mientras piensas: «esto sí que ha sido un verdadero día de mierda».
Seguramente te hayas identificado con nuestro protagonista ya que es muy probable que tú también hayas pasado por este tipo de situaciones e igualmente pensado: ¡menudo día de mierda!
No pasa nada (o sí).
Tómatelo con calma, asume que formas parte del club de los mierderos, y a la vez plantéate:
¿Pensar de esta forma mejora en algo las cosas?
¿Adoptando esta actitud se arreglará mi maravilloso día de mierda?
Por supuesto que no.
Y probablemente lo que consigas con estos pensamientos es entrar en un círculo vicioso que no tiene mucho que ver con orgías o bukkakes, sino que es algo que en psicología les ha dado por llamar: la profecía autocumplida.
¿Te suena de algo?
Pero no te preocupes que todavía no me he pasado al lado claro de la fuerza, ni voy a empezar a soltarte frases mega-cósmico-positivistas adornadas con promesas para ser feliz «full time».
Tan solo voy a volver a contarte la misma historia desde un prisma ligeramente diferente…
Qué maravillosa experiencia
Un nuevo día comienza y, cuando descubres que el despertador no ha sonado, te regocijas por los minutos de más que has podido disfrutar de un reparador sueño.
Al agacharte después del golpe en el dedo del pie alcanzas a ver en una esquina un billete extraviado de 50 euros: ¡qué maravilla!
La cafetera no funciona, qué bien te va a venir para rebajar el número de cafés diarios que te ponen frenético. Y el coche no enciende, perfecto, ya va siendo hora de hacerle una revisión que además, aunque todavía no lo sabes, te va a librar de un par de multas la semana que viene.
Qué chica más maja la ciclista que casi te atropella, habéis cruzado unas palabras y te ha dado su teléfono para quedar algún día (lo que se convertirá en la primera cita de una futura y maravillosa relación).
Has perdido el autobús pero eso te da tiempo para preparar mejor la reunión de media mañana.
El ascensor no va, toca hacer ejercicio por las escaleras y ¡la verdad es que estas en mejor forma de lo que pensabas!
Y menudo alivio que Eva te haya escrito ese whatsaapp… Cuando las dudas empiezan a asomar desde el principio, no presagian nada bueno.
Qué araña más curiosa que parece sonreírte. En China las arañas traen buena suerte, y qué carajo, no está mal tener un poco de compañía por las noches.
Buenas noches princesa.
El día ha sido exactamente el mismo.
Son los mismos hechos.
Sin embargo todo ha cambiado.
¿No te parece?
Lo que saco a relucir (y además le doy brillo) es el mensaje que se oculta tras la recurrida frase: «lo importante no es lo que nos sucede, sino cómo lo interpretamos».
Eso es lo que realmente define nuestras vivencias y lo que puede transformar un día de mierda en una maravillosa experiencia.
¿Lo pillas?
Ya lo creo que sí.
¡Pero ojo!
No se trata de que debamos ver todo de color de rosa de una manera sistemática.
Se trata de:
1- Ser consciente de nuestra actitud ante lo que nos sucede.
2- Aceptar y asumir nuestras emociones al respecto.
3- Reinterpretar y cambiar lo que creamos oportuno para mejorar en nuestro bienestar.
Sayonara… baby.
PD: Y por si te apetece bautizar esta técnica, te menciono que algunos usan el término ‘reencuadre’ y otros gustan de llamarla ‘método cabeza abajo’.
Seguro que a ti se te ocurre algo mejor 😉
Que pasaditas construyes. ¿Como no vas a ser uno de mis predilectos?
Voy a echar a un lao tanto elogio, por no repetirme y decirte que me acordé de una frase de un tema de Manolo García «Del bosque de tu alegría». Era, según mi visión, una canción en la que estaba solo, tanto y tan bien que había aprendido a valorar la presencia de las arañas como una compañía. «Aprendí a tolerar la presencia necesaria de las arañas.» Yo cuando encuentro una la monto encima de un papel y la saco donde la hierva.
Gracias por el viaje!
Por no decir que las arañas son las principales enemigas de las moscas y mosquitos, y estos ya me gustan menos 🙂
Gracias a ti por pasarte y aportar, como siempre!
Te daré las gracias, por compartir tantas reflexiones que nos hacen despertar a un día real, vivimos con lo que tenemos, nada en el fondo es tan malo, sólo es cuestión de actitud y ver con otros ojos cada escena que va pasando por delante de nuestras vidas.. Al fin y al cabo todo es un todo y sin ello no sabríamos apreciar nada de lo que va aconteciendo en el camino…
Todo es un todo y no habría lo bueno sin lo malo, por lo que la experiencia se ha de nutrir de ambas. Solo así tendremos la oportunidad de elegir la forma que más nos conviene de enfocar los acontecimientos por medio de la actitud.
Muchas gracias por pasarte y aportar Jessica.
¡Un abrazo!
Oye! Qué sencillo y clarito! Me ha encantado.
Tienes toda la razón, hay que ver cómo cambia la percepción que tenemos de las cosas en función de nuestra actitud ante ellas. Y lo mucho que esa percepción afecta a nuestro buenestar personal.
Y aquí la menda lleva unas semanas un una actitud bastante lamentable, así que tu post me ha venido como anillo al dedo para espabilar, muchas gracias!
Un abrazo,
Olalla
PD. Que te leo siempre, aunque últimamente me prodigue poco por estos mundos virtuales ☺️
Pues arriba el ánimo y a por ese cambio de actitud Olalla.
Ya sabes… la práctica mejora cualquier habilidad, también en este tema, y es algo que solo depende de ti, y todo tuyo será también el mérito 🙂
Muchas gracias por pasarte, participar, y hacerme llegar tu apoyo solete.
¡Un abrazo!
Me ha encantado y alegrado el dia!!!!!!!!
Jajajaja, muchas gracias Ingrid!!!
Me alegro de que te haya servido 🙂
Si me permites el comentario tienes uno de mis dos nombres preferidos de mujer, el otro es Erika.
Lástima que a mi mujer no le gusten y no se lo pude poner a mi hija. Optamos por Valeria que nos gustaba a ambos.
Un saludo
Buenas
He tardado mucho (o poco, según se mire) en leer este estupendo texto tuyo.
Más que relfexionar me ha hecho sonreír, en realidad la segunda forma de enfrentarse a la vida es la que utilizo yo el 99,9% del tiempo.
Quién sabe si mis éxitos y felicidad se deben a esa actitud, o bien esa actitud me hace disfrutar de la vida tal como es a pesar de los inevitables «sucesos de mierda». En todo caso, la gente que me conoce bien suele decir que «nací con una flor en el culo». No sé si existe la suerte, pero sí que estoy convencido de que el Efecto Mariposa es más fuerte de lo que creemos, pero también prácticamente invisible por lo indirecto de sus mecanismos. Toda esta filosofía barata mía viene a cuento de que, seguro que en esta vida nuestros actos, a corto o largo plazo, traen consecuencias de igual calidad a ellos.
Un saludo a todos y un abrazo a Juan 😉
Yo creo que todos somos poseedores de esa «flor en el culo» porque no es más que la forma que adopta (el nombre que algunos ponen) nuestra actitud ante los acontecimientos.
Y cuando la regamos hasta que empieza a cubrirnos las nalgas, subiendo hasta nuestro corazoncito, es cuando en verdad sentimos el cosquilleo de la felicidad.
Eres un sabio. Un abrazo Majín.
Gracias, pero no me considero sabio, tan sólo alguien que intenta cada día ser un poco menos ignorante.
Flor en el culo e como le llamo a mi supuesta «suerte», porque salgo bien parado de exámenes sin preparar, de situaciones de grave riesgo para mi vida, tengo una mujer increíblemente buena, tolerante y culta, unas amistades enriquecedoras que me aceptan y quieren a pesar de mis muy numerosos defectos, etc.
Un abrazo amigo
Hay quien posee tres cubos para reciclar la mierda y quien solo tiene uno y con un agujero en el fondo…creo la importancia de la personalidad es directamente proporcional a la actitud que se adopta en la vida …es que tenemos que borrar la negatividad? personalmente mis dias de mierda me positivan, los vivo,los medito,los acepto y me descojono de ellos y de bonus track aprendo a poner el despertador mas temprano,recuerdo que me di en el dedo y le hago el ninja a la esquina,llego tarde al trabajo porque quise pintarme los labios y me veo bien …los demas tambien lo veran,me tomo un cafe de maquina,no voy con prisas que ya se que pasa,el ascensor estara ya arreglado y del chico me olvide ya no me interesa.
Me gusta tu punto de vista te seguire leyendo.El sentido del humor es un tesoro…gracias.
Gracias a ti por aportar Rocío.
Los tesoros mejor compartidos y disfrutados por muchos.
¡Un abrazo!
Se atrae lo que se piensa y si se piensa en negativo…. pues positivo no va a llegar, claro está.
Lo cierto es que hay días de mierda que son realmente difíciles de ver con las gafas de cristal de color rosa pero se intenta.
Hace tiempo que no solo me tomo los días de mierda con esta perspectiva sino la vida en general.
Funciona.
A eso de ver los días de mierda a través de gafas de cristal rosa hay por ahí algunos expertos que le llaman ‘inteligencia emocional’, porque resulta que es en esas circunstancias cuando nuestras emociones se imponen tomando el control y dirigiendo nuestras interpretaciones y nuestra perspectiva de lo que nos sucede.
No queda otra que seguir trabajando para recuperar ‘el poder’ de convertirnos en nuestro mejor aliado 😉