«¡Yo para ser feliz quiero un camión!» cantaba Loquillo en una de sus más reconocibles canciones.
Lo malo (o lo bueno) es que se equivocaba claramente.
Siempre habrá quien tenga más y mejores camiones, más dinero, más salud, más amigos, más sexo… En general, más de cualquier jodida cosa que se te pase por la cabeza.
Y eso no nos sirve… ¿o sí?
Dime algo…
¿Alguna vez has pensado en cuánto dinero necesitas para ser feliz?
Porque yo sí lo he hecho.
Y mi respuesta resultaba ser bastante abstracta porque realmente no tengo ni idea de cuanto dinero necesitaría, sino que lo único que me planteaba es todo lo que querría comprar y hacer con él.
Concretaré un poco más.
Imagina que eres un proscrito asalariado y que quieres que tu jefe te suba el sueldo.
Has pensado mucho en ello y crees que te lo mereces, por lo que te has leído varios libros sobre cómo negociar aumentos, o cómo ser el mejor lameculos del negocio.
Ya sabes cuándo, ya sabes por qué, cómo se lo vas a pedir, y hasta de qué manera contrarrestar cualquiera de sus posibles respuestas.
Eres un auténtico JASP y tan solo te queda dar el paso.
Llega el momento y planteada la cuestión, tu jefe rompe todos tus esquemas con la pregunta:
Estoy abierto a sus propuestas… ¿Cuánto querría ganar entonces?
Tardas un poco en reaccionar pero enseguida te rehaces y replicas: ¡cinco mil euros al mes!
¡Bien dicho!
¡Qué maravilla!
Eso es más del triple de lo que ganabas hasta ahora. Con esa pasta mensual podrás finiquitar en poco tiempo todas tus deudas, cambiar tu coche de más de diez años por uno nuevo (¿un renault clío quizá? 🙂 ), y hacer ese crucero de lujo en verano que tanto tiempo llevas esperando. Qué carajo, ¡hasta podrías comprarte una casa nueva y dejar el alquiler!
Es perfecto. Con esa cantidad estarás más que satisfecho.
Pero…
¿De verdad lo crees?
Cuánto Dinero Necesitas…
La insatisfacción es algo inherente al ser humano, y deja que te diga que está muy ligada a lo que se conoce como comparación social, es decir, a la jodida manía que tenemos de estar siempre comparando nuestras vidas con las de los demás.
Te cito un sencillo estudio para que lo veas más claro.
En un experimento se preguntó a un grupo de personas: ¿en qué mundo le gustaría vivir, en el A o en el B?
En el mundo A ganará cincuenta mil euros al año, y en el mundo B quinientos mil euros.
Hasta aquí parece que todos escogeríamos claramente el mundo B ¿no es cierto?… pero ahora viene lo bueno.
En el mundo A el sueldo medio es de cuarenta mil euros, y en el mundo B de un millón.
¿Cual escogerías ahora?
La gran mayoría de las personas del experimento escogió el mundo A y sus cincuenta mil euros al año, porque lo importante para ellos no era ganar medio millón, lo importante era ganar más que el resto.
¡Asombroso!
Para nada.
A este fenómeno se le denomina entre los entendidos (y yo no estoy en el gremio) como comparación social hacia arriba, y es lo que hace que muchas veces nos sintamos infelices a pesar de disfrutar de muchas cosas y muy buenas, porque sencillamente nos dedicamos a compararnos con otros que creemos que tienen más.
Esta teoría de la comparación social procede de un tal Leon Festinger, el cual partía de la base de que todas las personas obtenemos información sobre nosotros mismos al compararnos con otras, y por eso lo hacemos todo el tiempo.
Según él existen tres formas de comparación:
1- Puedo compararme con personas a las que les va más o menos como a mí (o sea, nunca bien del todo 🙂 ). Esto sería lo más sensato y realista, lo que me daría una imagen aproximada de mí mismo y de mis capacidades, pero es tan aburrido…
2- Puedo compararme con personas que están por debajo de mí. Por ejemplo con las que ganan menos dinero, o las que no tienen tan buena salud como yo, o hasta las que practican sexo con menos frecuencia. Esto me enseñaría el buen trabajo que tengo, lo fuerte que estoy, y lo mucho que follo… ¡lo genial que soy! De modo que se trata de un buen combustible para subir la autoestima.
3- Puedo compararme con personas que me superan. Por un lado esto puede servir como estimulante y motivación para avanzar en el desarrollo personal, pero por otro, y lo cual resulta más frecuente, puede hacer que me sienta un desgraciado y un infeliz, ya que me doy cuenta de todo lo que otros disfrutan y yo no tengo.
Ok…
¿Y toda esta disertación para que sirve?
Para Ser Feliz…
Tengo otra pregunta para ti:
¿Cuántas personas puede haber en este planeta que ganen más dinero que todas las demás?
¿Lo tienes?
Así es…
Tan solo una.
Y mientras tú no seas esa persona nunca tendrás suficiente, si no dejas de flirtear y regodearte a diario con nuestra amiga la comparación hacia arriba (no confundamos con el/la vecin@ de arriba-abajo-al lado, que sí puede estar para regodeos varios y fiestas de guardar).
A lo que voy…
Si partimos de que compararse con otros es inevitable, que lo es para casi todos salvo a lo mejor para el tipo más feliz de la tierra, no caigamos solamente en compararnos con los que creemos están por encima, porque eso hará que estén aún más por encima, y nos «pongamos de uñas» con el planeta.
Podemos ser más felices mejorando nuestro estado de ánimo rápidamente si usamos la comparación hacia abajo, es decir, si reflexionamos sobre todo lo que podemos disfrutar y otros no tienen. Estoy seguro de que se te ocurren muchos ejemplos.
Es una cuestión de cambio de perspectiva y de dónde fijamos la atención.
Una cuestión de actitud, de sentirnos agradecidos por todo aquello que podemos disfrutar en la vida.
Hay tanta belleza en el mundo…
Y si por algún extraño motivo (como podría ser que tu capacidad de proceso mental no supere el de una ameba) no encuentras en tu entorno más próximo a nadie con quien compararte hacia abajo…
Siempre puedes encender la televisión y poner las noticias.
[Foto de portada realizada en La City de Londres]
Que grato leerte…!!!
Mi comentario quedará pendiente, se me hizo tarde, debo madrugar mañana.
Lo que has escrito me parece demasiado interesante y prometo dejarte mi opinión al respecto….
Saludos desde un rinconcito del mundo
Gran post, Juan! Es tan fácil a veces olvidarse de apreciar lo bueno que tenemos y darlo por supuesto… Un abrazo desde Madrid
No es que sea fácil Alberto (que lo es), ¡es que es algo automático!
Y por eso mismo requiere de un esfuerzo consciente por nuestra parte que nos lo recuerde.
Un abrazo.
Estimado Juan la pregunta puntual de tu Post es ¿Cuánto Dinero Necesitas Para Ser Feliz?
En mi caso lo único que necesito para ser feliz es ser libre y tener tranquilidad.
El metal llamado dinero mientras más tengas mas soluciones dará a tu vida pero muchas veces no es suficiente para comprar tu paz emocional y tu libertad de lazos que atan…
En el fondo las comparaciones y miradas en diferentes angulos hacia arriba o hacia abajo siempre nos mantendrán infelices, eso solo cuando no tengamos la tranquilidad ni la libertad de nuestro ser, solo ahí podriamos decir que somos verdaderamente millonarios en ésta tierra.
Estoy de acuerdo Jessica. El dinero nunca es suficiente para alcanzar la felicidad, a veces incluso es un obstáculo, porque ésta depende más de nuestra actitud ante las circunstancias. Sin embargo, y dado el sistema con el que convivimos, sí es necesario para satisfacer en mayor o menor medida nuestras necesidades más básicas, o hasta los vicios más inconfesables…
Mientras menos cosas materiales tengas en esta vida menos esclavo de ella misma seras y podras disfrutar más libremente de todo.
El dinero debieramos usarlo solo para satisfacer necesidades básicas sólo para eso…Pero como somos humanos queremos siempre más… la codicia en este mundo nos hace esclavos de las cosas.
Nadie es feliz cuidando lo que ha logrado obtener con sacrificios ya que lo material no otorga libertad….
Hola!
me ha encantado tu post. Es súper sencillo y fácil de entender.
La felicidad no está a la vuelta de la esquina ni tampoco en un cheque al portador sino en la posibilidad de retarnos a nosotros mismos a convertirnos en personas con mayor conocimiento de nuestras verdaderas necesidades y con capacidad de satisfacerlas. Encontrar el punto en que nuestra propia felicidad reside y retarnos a crecer como personas nos pone en un viaje de crecimiento y satisfacción. Sí, el dinero es necesario para lograr estados de felicidad pero tal vez no necesitamos tanto como creemos.
Saludos!
Oliver
¡Muchas gracias Oliver!
Un fastidio (o no) que comprendernos a nosotros mismos no nos resulte igual de fácil y sencillo, ya que solemos estar inmersos en una lucha constante contra nuestras tendencias naturales para poder alcanzar una vida más satisfactoria.
Y lo que necesitamos o no, no depende de lo que tenemos, sino de lo que creemos que nos falta.
Saludos!
Hola,
No estoy de bromas,por si lo parece:
Yo para ser feliz necesito de 5 millones de Euros para arriba,ahora no tengo ni un centimo pero sé(de que forma no tengo ni idea),que en algun momento de mi vida serè multimillonario.Amo el dinero,después de mi madre que por gran desgracia falleciò hace ya cerca de 6 años.
Pues ojalá consigas esos 5 millones de euros para arriba José, y ojalá que, después de obtenerlos, te pases por aquí para hablarnos acerca de cómo te sientes al respecto.
Un saludo.
Para ser feliz… Dinero no, Amor.
Amor sí… y amarse también 😉
Yo creo tener la certeza que se puede alcanzar las cotas más altas de felicidad, sin necesidad de tener mucho dinero, pero es absolutamente necesario tener mucho tiempo o posibilidad de desarrollarte y/o hacer cosas que te llenen.
Para clarificarlo con un ejemplo, creo que se puede ser más feliz teniendo unos ingresos mensuales de 600 EUR si dispones de todo tu tiempo y no tienes que trabajar, o trabajas haciendo algo que te entusiasma y lo harías aún sin contraprestación. Qué ganando 10.000 EUR al mes pero limitándote a tener un puñado de días libres al año.
La pregunta es, ¿ si estoy convencido de eso?, ¿porque me empeño en esforzarme para conseguir la segunda opción?
Cualquier interpretación que hagamos resulta subjetiva Pablo porque está basada en nuestras creencias y en cómo interpretamos el mundo a partir de ellas. Y también en cuanto al dinero se refiere ya que nuestra felicidad no depende de la cantidad que ganemos, sino de la actitud que tomamos al respecto.
Por lo que leo tu eres amante de un mayor grado de libertad, y quizá te empeñas en conseguir más dinero porque en el fondo crees que eso te ayudará a ser más libre… o no.
Muchas gracias por aportar.
¡Un saludo!
Ahora Juan que estamos tan implicados con el tema del minimalismo, ese proceso de aligerar «mochilas» emocionales y existenciales y cargas innecesarias más que como corriente decorativa para nuestras respectivas casas, viene muy al cabo hablar del tema de dinero y de lo que se necesita para vivir.
Realmente lo imprescindible para vivir es la salud, y para ello nada mejor que encontrar un sistema o método de ejercicio que te mantenga en forma y una alimentación adecuada. Luego, lo imprescindible para vestirnos, asearnos y poder desplazarnos. Para mí eso es lo básico que se despacha y ya son suficientes cosas.
Hace poco empecé a entender que el dinero no es ni bueno ni malo sino lo que es bueno o malo es la relación que tú tengas con él, así como también, que el dinero no te hace ser mala persona sino que potencia la esencia de lo que eres. Te puedes corromper si tu eres corruptible, pero si de por sí te gusta ayudar a los demás y ser generoso, ¿no ayudarías a más gente y serías mas generoso teniendo más recursos para compartir?. En mi caso, sería así.
He reflexionado mucho sobre esto de acumular y comprar durante el último año y los frutos han sido una reducción considerable de objetos materiales, muebles, libros, revistas…. que se ha traducido en mejor calidad de vida, puesto que como de momento no tengo asistenta del hogar, el tiempo que antes invertía limpiando polvo en mi casa ahora se ha traducido en actividades lúdicas fuera de ella. Puedo garantizar que he salido y hecho bastantes más cosas que otros años.
Como conclusión, puedo decir que no se trata ahora de deshacernos de todo lo que tenemos a tontas y a locas, sino que hagamos un ejercicio de reflexión de si realmente todo lo que poseemos nos hace la vida más agradable o si por contra solo nos supone un problema. Me encanta de vez en cuando, compararme una revistita o un librito nuevo, un cualquier capricho vamos, pero si ya veo que de repente empiezo a acumular y su vida útil conmigo ya ha caducado, entonces regalo, dono o directamente tiro. Y eso es consciencia, y eso es evitarnos problemas.
Para mí lo fundamental para el buen vivir es encontrar el equilibrio en todas las áreas de la vida, y será ese equilibrio (que siempre tiene su origen en nuestro interior) lo que nos permitirá alcanzar la salud, la realización, la espiritualidad, las buenas relaciones o cualquier otra cosa que se nos ocurra.
Coincido contigo en que nada de lo que sucede es bueno ni malo, esos conceptos los hemos creado nosotros y dependen de nuestra interpretación subjetiva de lo que pasa, siendo el asunto del dinero una interpretación más.
Y quizá con el dinero pasa como con las borracheras: cuando te emborrachas aquello que llevas dentro, y que en estado normal sueles ocultar o reprimir, es lo que sale a la luz por la desinhibición que provoca el alcohol, con lo cual eso de «yo no soy así, es que estaba borracho» resulta que es justo lo contrario, lo que muestras estando borracho es precisamente lo que forma parte de ti de una manera íntima y profunda.
Con tanta mudanza estoy seguro de que eres toda una experta en este tema de gestionar las posesiones, y como bien apuntas y reflexión mediante, deberíamos enfocarnos en la ‘calidad’ mucho antes que en la ‘cantidad’, que por ahí resopla con fuerza nuestro bienestar.
¡¡todo lo que poseo en la vida me cabrian en dos maletas y en una de ellas solo habria ropa.y no es que me considere un tipo feliz , pero os aseguro que no necesito mas cosas para mi paso por esta vida. tampoco soy un pobre diablo, ni envidio a nadie. porque por el hecho de no tener , a veces hasta me pesa el exceso de libertad. libertad para viajar, para ir donde quiera, no tener compromiso con nadie «excepto los familiares y solo si me conviene » algun dinerillo y un coche de 20 años ¡¡ que mas quieres¡¡ tengo 63 años y estoy a punto de aprender la leccion de la vida, aunque creo que nunca lo conseguire. ni yo , ni nadie¡¡ pero ahi estamos.